Un equipo de científicos de las universidades de Vermont y de Tufts en Estados Unidos logró en el año 2020 construir a partir de células de rana unos "robots vivos" llamados xenobots, los cuales podrían suministrar medicamentos, limpiar residuos tóxicos o recoger microplásticos en los océanos.
¿Cómo se eligió el diseño?
Los investigadores comenzaron usando un algoritmo evolutivo para crear miles de diseños diferentes y después aplicaron reglas básicas de biofísicas, y por último eligieron los más exitosos, desechando el resto. Para llevar a cabo esto a la realidad, los biólogos de Tufts recolectaron células madre "cosechadas" de los embriones de rana de la especie Xenopus laevis (de ahí el origen del nombre "Xenobots"), las separaron individualmente y las dejaron incubar. Más tarde, con la ayuda de unas diminutas pinzas y un electrodo aún más pequeño, las células fueron cortadas y unidas otra vez, copiando los modelos conseguidos anteriormente con el algoritmo evolutivo.
¿Se pueden reproducir?
En el año 2021 se consiguió que se puedan reproducir los Xenobots, cuya rapidez para hacerlo sorprendió a Michael Levin y Douglas Blackiston, ambos de la Universidad de Tufts. Anteriormente, este equipo de científicos consiguió que se movieran o reemplazaran algunas de sus extremidades perdidas. Los científicos creen que estos complejos mecanismos biológicos descubiertos en estas investigaciones, que comenzaron a ser financiadas en 2018 por el programa Lifelong Learning Machines de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa, se puedan aplicar en campos como la medicina y el medio ambiente. Gracias a una poderosa IA de la Universidad de Vermont especializada en evolución biológica se consiguió llegar al diseño apropiado para garantizar la reproducción de los Xenobots: la IA analizó muchas formas y concluyó que la mejor era una especie de "Pac-Man".
Los xenobots, gracias a esta forma, son capaces de recoger a otras células sueltas para ensamblarlas y que sean una réplica exacta de sí mismas. A los pocos días, estos nuevos xenobots podrán realizar el mismo proceso una y otra vez con otras células que se encuentren. Es la primera vez que se ha descubierto que los organismos multicelulares se autorreplican de una manera que no implica el crecimiento en el propio cuerpo del organismo.
Levin aseguró que no cabe ninguna posibilidad de que estos xenobots puedan comenzar a reproducirse de forma descontrolada, también apuntó a que solamente pueden autorreplicarse en entornos controlados en las que pueden encontrar células solitarias y un tipo de agua salada muy concreto. En el improbable caso de que consiguieran reproducirse en otros entornos, al ser formas de vida de tamaño milimétrico, se podría acabar con ellas con facilidad antes de que supusieran un problema. El equipo también quiere que el proceso de creación de xenobots, que es completamente manual, se automatice. De forma paralela, se quiere comenzar a trabajar con otro tipo de células, ya sean de otras partes del organismo de rana o de otras especies.
Fuentes: La Vanguardia 1 La Vanguardia 2
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