LOS ENFERMOS DE LEUCEMIA INCURABLE PUEDEN SALVARSE GRACIAS A UN TRATAMIENTO EXPERIMENTAL CON CÉLULAS CAR-T

 

Las leucemias son uno de los cánceres más comunes que se desarrollan en la sangre. Y desde hace una década, se está trabajando en un tratamiento que podría eliminar la enfermedad por completo. Se trata de la implantación de células CAR-T, una terapia experimental que consiste en modificar genéticamente las células para atacar el tumor. Concretamente, se recogen los linfocitos T que forman parte del sistema inmunitario y se cambian mediante ingeniería en el laboratorio para volver a administrárselos al enfermo, de forma que actúan contra el cáncer con mayor efectividad. En Estados Unidos se dieron los dos primeros casos en someterse a este tratamiento hace 10 años. Fue un ensayo clínico en la Universidad de Pensylvania. Los pacientes llevaban enfermos desde 1996 y desde 2000  y recurrieron a esta terapia tras quedarse sin más opciones para sobrevivir. A día de hoy, uno de ellos está recuperado por completo y tiene una buena salud. El otro, lamentablemente, murió a principios de 2021 por culpa de la COVID-19.

 La implantación de estas células CAR-T está sobre todo enfocada a quien sufre leucemia linfocítica crónica (LLC). Es el cáncer más común de leucemia en adultos, por lo que fue el primero en el que se estudió llevar a cabo esta terapia y fue el primero en el que se puso en funcionamiento. Pero un cáncer en la sangre se puede desarrollar a cualquier edad. 

En nuestro país la leucemia es el cáncer infantil más frecuente. Y entre los muchos afectados, encontramos a José María. Ahora tiene 9 años y se le detectó la leucemia cuando tenía 3 y medio. Teresa, su madre, recuerda los momentos más duros y complicados que han pasado desde el momento del diagnóstico: “Él había recaído, ya había enfermedad en su cuerpo, estaba avanzando y no lograban pararla. Entonces no sabíamos si iba a llegar al tratamiento. Si esa enfermedad que va avanzando no logran pararla para que llegue a recibir ese tratamiento, pues no ha servido para nada. Tu hijo se muere antes de recibirlo”, señala. 

Afortunadamente, José María sí ha recibido el tratamiento y ha tenido éxito. Pero Teresa es consciente de que el riesgo de recaída siempre está ahí y que todavía no se puede dar la batalla por ganada. Aún así, prefiere ser optimista y ver la vida con los mejores ojos posibles: “Hay un porcentaje alto de recaída y/o de generar otro tipo de tumor.

Los expertos están convencidos de que esta terapia es la solución para en el futuro  curar las leucemias y otros tipos de cáncer en la sangre: “Falta la aprobación todavía por Europa pero se ha aprobado ya también en otra enfermedad hematológica que es el mieloma múltiple. Y es posible que acabe desarrollándose en otras enfermedades hematológicas y en lo que está habiendo mucha investigación es en que se aplique también en tumores sólidos”, resalta Susana Rives, Hematóloga Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

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