
El hallazgo del nuevo mamífero, llamado
Adalatherium, que se traduce de los idiomas
malgache y griego y significa
“bestia loca”, se basa en un esqueleto casi completo que está asombrosamente bien conservado.
Adalatherium tenía más orificios en la cara que cualquier mamífero conocido, que le servían como pasajes para los nervios y los vasos sanguíneos que suministraban un hocico muy sensible que estaba cubierto de bigotes.
En términos evolutivos,
las islas son excepcionales porque en ellas los animales evolucionan de forma aislada.
Como resultado, se desarrollan en diferentes
formas y tamaños y evolucionan hacia nuevas especies que, con el tiempo suficiente, generan aún más
especies nuevas.
Aunque una reconstrucción real podría llevar a pensar que el
Adalatherium era un tejón común y corriente, su
“normalidad” es literalmente solo superficial. Debajo de la superficie, su esqueleto es nada menos que
“extravagante”

Los dientes de
Adalatherium tienen una construcción muy diferente a la de cualquier mamífero conocido. Su
columna vertebral tenía más vértebras que cualquier
mamífero mesozoico y uno de sus huesos de las patas estaba curiosamente curvo.
Pertenece a un grupo extinto de mamíferos llamados
gondwanatherianos porque solo se conocen del antiguo
supercontinente del sur de
Gondwana.
El nuevo mamífero
Adalatherium es solo el último de una serie de extraños animales descubiertos por
David Krause y su equipo de investigación en Madagascar en los últimos 25 años.
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