COORDINADOS PARA PRODUCIR TERAPIAS PARA EL CORONAVIRUS




La estrategia óptima frente a una pandemia como la causada por SARS-CoV-2 es disponer de una vacuna que induzca la producción de anticuerpos frente al virus en cada persona. De este modo, cuando una persona entrara en contacto con el virus, su sistema inmunitario ya estaría entrenado para hacerle frente y reducirlo. En la actualidad, no hay una vacuna para la infección causada por SARS-CoV-2 y posiblemente pasarán bastantes meses hasta desarrollar una, desarrollar una es la estrategia.

La secuencia del genoma del SARS-CoV-2, que contiene las instrucciones necesarias para generar las proteínas estructurales y funcionales del virus, es la herramienta de partida de los investigadores. 

El equipo del BSC liderado por Alfonso Valencia utilizará el genoma del coronavirus para investigar cómo es la estructura tridimensional de las proteínas virales y como es su interacción con otras proteínas.

 Este es un paso muy importante para desarrollar después moléculas que las bloqueen y tengan una función terapéutica. 

Los investigadores han identificado la proteína S, que facilita la entrada del virus a las células, como principal candidata para desarrollar estrategias terapéuticas. Esta proteína se localiza en la envoltura del virus y es la que facilita la entrada del virus a la célula huésped a través de su unión con el receptor ACE2 situado en la membrana de esta última. Dentro de la proteína S es especialmente interesante la subunidad 1 que está expuesta al exterior del virus y es la que media la unión y entrada a la célula. El equipo investigará tanto la estructura de la proteína S como su interacción a los receptores ACE2. 

En paralelo, el BSC también trabaja en un proyecto financiado por la Comisión Europea destinado a identificar moléculas que actúen frente al coronavirus y desarrollar herramientas frente a futuras pandemias.

FUENTE: Genotipia

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