
Son robots que tienen apenas un milímetro de longitud y podrían ser
utilizados para llevar medicamentos por el interior de los pacientes o incluso para limpiar desechos tóxicos.
Es la primera vez que los científicos logran crear máquinas biológicas partiendo de cero. Primero, un algoritmo fue el encargado de crear miles de diseños hasta encontrar el óptimo para las características y estructura que se deseaban. Después, se transfirieron esos diseños que había creado el algoritmo a células vivas y para conseguir esto, fue necesario utilizar un pequeño electrodo de precisión y herramientas para poder modificar y unir las células. Se ensamblaron, y dieron como resultado un sistema vivo en el que los organismos no solo ofrecen la posibilidad de reconfigurarse sino que también son capaces de moverse de forma coherente y explorar su entorno durante días o incluso semanas.

En un experimento que realizaron unos científicos, cortaron los xenobots y estos fueron capaces de coserse a sí mismos. El equipo cree que esto puede suponer una revolución tanto en la medicina regenerativa, como en la introducción de importantes mejoras en la robótica y en sistemas de comunicación.
El próximo objetivo de los científicos es averiguar cómo pueden hacer que las células construyan objetos específicos y enviarles los mensajes adecuados para que construyan lo que se les dice. Aunque los científicos son consientes de que realizar este proyecto puede provocar preocupaciones éticas y materiales.
Fuentes: ElMundo, abc
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