
En un infarto de miocardio se obstruye una arteria coronaria y no llega sangre a determinadas células del corazón dependiendo de la arteria obstruida, haciendo que estas mueran y que el corazón pierda fuerza para bombear sangre.
Un problema que encontraron fue que las células madre llegasen al lugar del infarto, pensaron en introducirlas con inyecciones en la sangre pero morían o se dirigían a otros órganos, al final introdujeron las células en una matriz del pericardio que permitió la aplicación directa de las células en la zona infartada. Pero el problema mas grande fue transformar el prototipo de 2 centímetros cuadrados que usaban en pruebas con animales en uno de 16 que cumpliese con todas las normativas de uso humano.

La colaboración con el instituto de investigación Germans Trias i Pujol, el Banco de Sangre y Tejidos y el instituto de Bioingenieria de Cataluña fue clave en este proyecto pero no podría haber sido posible sin el apoyo de el departamento de Salud de la Generalitat, del instituto de salud Juan Carlos III y de la Caixa.
Fuente:La Voz De Galicia
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