La investigación fue liderada por Scott S. Sheppard que es un astrónomo Estadounidense, el cual ya ha descubierto antes otros satélites en Saturno y otros planetas del sistema solar. Cada uno de estos satélites tiene más o menos 5 kilómetros de diámetro, 17 de las 20 giran en sentido contrario al del planeta o en sentido retrograda. Las otras tres giran en el mismo sentido del que gira el eje del planeta, dos de las lunas que giran en este sentido y tardan unos dos años en dar una vuelta y la otra luna que gira en ese mismo sentido y las retrogradas más alejadas del planeta tardan unos tres años.
En un comunicado de prensa Scott S. Sheppard anuncia que estudiar las órbitas de los satélites puede proporcionar mucha información como sus orígenes, las condiciones que rodeaban a Saturno en el momento de la formación de las lunas parentales se dieron ya casi completado el proceso de formación de este. Pero las lunas recién descubiertas se formaron debido a que las lunas parentales chocaron entre si en algún momento y los trozos que quedaron a la deriva en el espacio se agruparon y dieron lugar a las nuevas lunas.
Las lunas retrógradas pertenecen al grupo nórdico, este tipo de agrupación indica que se produjeron colisiones violentas entre lunas o entre lunas y asteroides. Dos de las lunas prógradas o que giran en el mismo sentido del planeta recién descubiertas pertenecen al grupo Inuit y la otra restante al grupo galo.
Una curiosidad es que Sheppard ya ha descubierto otras lunas en otros planetas y para nombrarlas organizó un concurso para tener ideas sobre como nombrar a las recién descubiertas. Así que como era de esperar Sheppard ha organizado otro para estas 20 nuevas lunas de Saturno.
Fuentes: Cienciaplus, El País, La Vanguardia
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