
Esta mutación afectó a un gen de la familia Fgfr, que son receptores del factor de crecimiento de fibroblastos. Este cambio genético hizo que existiera una conexión entre dos redes génicas algunos millones de años después, eran el gen regulador ESRP y Fgfr. Este fue un hecho muy importante que permitió que se desarrollaran órganos y también estructuras en la evolución biológica de animales y humanos, como las extremidades anteriores o los pulmones.
Algunos genes pueden tener la capacidad de codificar indistintamente para crear varias proteínas diferentes, con funciones muy diversas, mediante la técnica del empalme alternativo. El ESRP1 y el ESPR2 son unos genes reguladores especiales que se encargan de controlar este proceso en algunas líneas celulares humanas.

Todavía no se conoce con exactitud cual es la base molecular que es capaz de alterar estas interacciones, pero se han estudiado las funciones de los genes ESRP que son capaces de cambiar la adhesión y motilidad en la embriogénesis de diferentes animales. Sugieren que los genes ESRP1 y ESRP2 ya los tenía el ancestro que tenían en común los peces y los humanos y se encargaban de la función de integrar las células en la superficie de los órganos embrionarios.
La conclusión de los expertos fue: "El nuevo descubrimiento confirma hasta qué punto es versátil la evolución biológica: partiendo de la base de unas mismas herramientas génicas, se puede llegar a construir una cabaña de madera o todo un rascacielos"
Fuente: El Universal
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