Los investigadores geocéntricos son aquellos que estudian la evolución y tratan de explicar este fenómeno y las constantes transformaciones a las que se ve sometida la Tierra a través de factores como los impactos de cometas, la deriva continental y los cambios astronómicos que actúan sobre la radiación solar que recibe el planeta. Estas circustancias también afectan en gran medida al cambio climático.Estos científicos, al estudiar el zooplancton fósil del Paleozoico, descubrieron recientemente evidencias de que las tasas de especiación y extinción de éste en las primeras fases de la evolución animal están íntimamente ligadas a los llamados "grandes ciclos de Milankovitch", que constituyen la unión en una teoría de tres factores basados en la relación entre el Sol y la Tierra. La combinación de estos ciclos, que ha sido vital en la actual investigación, causa la "tormenta perfecta" en ciclos desde 400.000 años hasta 4,6 millones de años.
El primero es el cambio en la excentridad de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, la cual es elíptica. Cuando la órbita es más alargada hay más diferencias de radiación y cuando es más circular la radiación permanece casi igual durante todo el año. Los ciclos de baja y alta radiación duran 100.000 años.
El segundo factor es el ángulo que forman el eje de la Tierra con su plano de rotación en torno al Sol, es decir, los cambios de oblicuidad. Cuando se da una oblicuidad alta hay importantes variaciones en el ángulo en el que inciden los rayos de Sol en la Tierra. Una oblicuidad alta se parece a una peonza al detenerse, y una oblicuidad baja a una peonza al girar. Los ciclos entre baja y alta oblicuidad son de 40.000 años.
El último factor es la variación en la orientación del eje de la Tierra, también llamado precesión axial. Estos ciclos duran 26.000 años.
La unión de estos tres fenómenos en la ya nombrada teoría ha demostrado la influencia de la astrología en la evolución biológica, pues explican la variación en la especiación y extinción del zooplancton durante el Paleozoico.
Fuentes: Astronomía para todos y El País
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