LA PROMINENTE NARIZ DEL NEANDERTAL

     Se han hecho varias investigaciones sobre las causas de los rasgos peculiares de los rostros de los neandertales entre los que destacan pómulos hundidos, mandíbula superior saliente y una nariz prominente.

     Los neandertales constituyen otra especie humana inteligente con la que llegamos a relacionarnos en Europa y que se extinguió por causas desconocidas hace unos 42.000 años.

     La razón de que tuvieran rasgos distintos a los nuestros ha sido largamente debatida. Ahora, investigadores del Museo de Historia Natural de Londres creen haber dado con la respuesta que ha sido publicada en la revista Proceedings of the Royal Society B. Se cree que la causa de esas superlativas narices pudo ser la adaptación a un clima frío y su gran consumo de energía.

     Previamente a esta publicación, los científicos habían señalado que la forma de su rostro les permitía una mordida contundente con los dientes frontales; se basaban para afirmarlo en que sus dientes incisivos eran grandes y en los signos de desgaste dental encontrados.

     Pero el nuevo estudio rechaza esta hipótesis. Se afirma que la gran nariz y los demás rasgos del rostro les servían para humedecer y calentar el aire que inhalaban.

     En la investigación llevada a cabo examinaron las similitudes y diferencias entre los cráneos de tres especies humanas en reconstrucciones virtuales de tomografías computarizadas. Reconstruyeron once cráneos, entre los que se encontraban uno del Homo sapiens, tres de neandertales y uno del Homo heidelbergensis, otro homínido extinto.

     Estas simulaciones computacionales revelaron que los neandertales no tenían una mordida especialmente poderosa en comparación con los sapiens. Sin embargo, claramente se observaron diferencias en la capacidad de calentar y humidificar el aire inhalado por la nariz: los humanos modernos y los neandertales resultaron los más eficientes, se adaptaban mejor que el Homo heidelbergensis a climas fríos y secos.

     Los neandertales disponían de unas fosas nasales que eran aproximadamente un 29 % más grandes que las de los humanos modernos. Pero además eran capaces de mover el aire a través de sus fosas nasales a un ritmo mayor. Eso, opinan los investigadores, podría ayudar a mantener un estilo de vida activo. Los neandertales tenían que quemar mucha grasa corporal para mantenerse calientes porque se movían mucho y tenían peores ropas que los homínidos modernos; sus demandas calóricas eran enormes si se comparan con las nuestras (4480 calorías frente a las 2500 del hombre moderno). Una ingesta tan alta requiere más oxígeno para producir energía y esto se relaciona con el tamaño de la nariz.

     Concluimos, pues, afirmando, de acuerdo con la reciente investigación, que los peculiares rasgos de los neandertales se deben a una adaptación al intenso frío de los períodos glaciares o para facilitarles su gran consumo de energía.

Fuente: ABC

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