Las teorías evolutivas muestran que compartimos antepasados con todos los animales que habitan en en planeta Tierra.
Algunos científicos han intentado entender que nos hace más especiales que al resto de los seres vivos.
Nuestra reacción ante la muerte es uno de los rasgos. Normalmente, los animales que se lamentan de la pérdida de un ser querido, lo aceptan y se consuelan. Pero ninguno honra a sus muertos con rituales como el de los humanos.
Por ahora, solo los humanos y Neandertales han sido los que asumen la mortalidad de los seres cercanos y han actuado con solemnidad.
Los primeros en hablar de rituales funerarios, más allá del Homo Sapiens, fueron los hermanos Boyssonie, dos curas que encontraron en una cueva francesa restos de un Neandertal de aproximadamente 50.000 años. Sugirieron que los autores de aquel ritual tenían capacidad simbólica y creían en otra vida después de la muerte. Otros científicos más especialixados publicaron un artículo, en el cuál ponía que los parientes de aquel Neandertal, lo enterraron intencionalmente y con cuidado.
A principios del siglo XX los Neandertales, eran vistos como brutos e ignorantes.
Los arqueólogos nos han revelado que es una especie cercana a a nuestra. Hasta ahora los Neandertales y nosotros, hemos sido los únicos que han hecho especies de funerales en los últimos 100.000 años.
Un equipo internacional de científicos empleó un sistema de inteligencia artificial para comparar la acumulación de restos humanos de Atapuerca con otros yacimientos. Los resultados de estas simulaciones informáticas indican que las acumulaciones de fósiles del yacimiento español, son similares a la de restos de humanos que habían sido consumidos como carroña o babuinos que murieron de forma natural y luego acabaron en cuevas. Pero también plantean que pueden ser el resultado de una acumulación casual o influida en parte por animales que devorases los cuerpos fallecidos.
Fuentes: El País
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