
Según el equipo liderado por Paul O´Higgins (profesor de anatomía y autor principal del estudio),los primeros humanos presentaban abultamientos prominentes en las cejas que funcionaba como un rasgo
de dominio físico.
A medida que la cara humana evolucióno para hacerse más pequeña y plana, se convirtió en un lienzo en el que las cejas retrataban una gama más rica de emociones.

En palabras de O´Higgins "esperamos serias consecuencias para la cara debido a estas modificaciones, sin embargo no pasó nada. Está claro que el motivo de este cambio no se vio motivado por fines mecánicos". Y es esto,lo que abre más la puerta a una explicación social de la evolución de ciertos rasgos.
Aunque los investigadores recalcan que las conclusiones de su estudio se basan en gran medida en la especulación,la evolución del rostro humano podría haber desembocado en la sofisticación del modo de comunicarse en la especie.
Fuente: National Geographic
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