En una reciente publicación de la revista “Nature”, una de las más prestigiosas revistas en el ámbito de la investigación, el equipo de investigadores liderados por Shoukhrat Mitalipov, Juan Carlos Izpisúa y Jin-Soo Kim han conseguido eliminar en un embrión vivo la mutación MYBPC3, responsable de la miocardiopatía hipertrófica (HMC). La HMC es un engrosamiento o hipertrofia (crecimiento descontrolado) del miocardio que puede conllevar la muerte, de hecho es la causa de muerte súbita en deportistas como los casos conocidos de los futbolistas Jarque o recientemente Astori. Es una mutación heredable y con tener una sola copia se puede desarrollar, es decir, basta con ser heredado por parte paterna o materna.
Para eliminar esta mutación, el proceso que llevaron a cabo fue mediante la técnica CRISP-Cas9, un novedoso método descubierto en bacterias que edita o corrige el genoma de cualquier célula. Es capaz de detectar cualquier tipo de secuencia y cortará, modificará o insertará según se diseñe. El experimento se realizó en un cigoto para acceder en un momento donde “la vida se concentra en una sola célula”, porque debe modificarse todo el material genético del individuo. La novedad en este caso es que se empleó ADN de la propia madre libre de esta mutación.
El principal problema de todo este hallazgo, sin embargo, no fue las técnicas modernas y complejas a las que recurrieron si no a las “implicaciones éticas”, pues se trabaja con embriones. Este tipo de experimentación no es posible hoy en día en muchos países, de hecho la técnica CRISP-Cas9 se hizo en China y no en EEUU, donde está el equipo responsable, y fue supervisado por el comité Bioético de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense. Aquí vuelve el continuo debate “ciencia vs ética” pues las herramientas de la ciencia para luchar contra enfermedades va muy rápido, más que la concienciación de la gente sobre la importancia de cada estudio; si bien es cierto, es importante también determinar qué los avances científicos estén sometidos a escrupulosos mecanismos de regulación, porque es importante que aparezcan descubrimientos para reparar enfermedades pero también que los métdos que empleen ocasionen demasiados daños o se usen para otros fines no beneficiosos para la salud.
Fuente: elmundo
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