EL MOTIVO POR EL QUE ALGUNOS VEN LOS SONIDOS Y HUELEN LOS NÚMEROS

Una persona sinestésica es alguien capaz de mezclar los sentidos. De esta forma es posible que la letra P sea de color amarillo, pero que solo con añadir un trazo y convertirla en una R, se vuelva naranja. La sinestesia  tiene muchas formas y su desarrollo es más común durante la primera infancia. Hay quien saborea los números, ve los sonidos o asocia distintos colores a determinadas letras o palabras.




Según los científicos la población que experimenta la sinestesia está entre el 2% y el 5%. La herencia genética es  muy importante, ya que se da en las familias. Algunos investigadores del Instituto Max Planck de Psicolingüística y la Universidad de Cambridge siguen ahora la pista a los genes clave que hacen posibles estas experiencias.

Amanda Tilot, genetista en el Instituto Max Planck, explica que los circuitos de adultos con sinestesia están conectados de forma diferente comparandolos con las personas que no asocian los sentidos de esta manera. Por eso sospechan que la respuesta podría encontrarse en la composición genética de las personas.

Un estudio de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, recoge como unos investigadores analizaron cuidadosamente el ADN de tres familias en las que varios miembros de diferentes generaciones, experimentan el color al escuchar los sonidos.

Gracias a los avances en la secuenciación del genoma, el equipo pudo identificar variantes genéticas en las familias sinestesias y hacer un seguimiento de como se realizó la transmisión de una generación a otra. Centraron la atención en la forma en que los genes codificaban la proteína, ya que se alteraron debido a unos cambios en el ADN. Este dato coincidía en las tres familias.

En todas las familias se encontró un enriquecimiento de los genes que intervienen en el proceso que permite a la células cerebrales conectarse con su pareja correspondiente y que están implicados en la migración celular.

Con esta investigación se ha podido saber que la variación genética influye en nuestras experiencias sensoriales, a través de la conexión que se altera en el cerebro. Según los científicos, las personas que padecen sinestesia afirman que les resulta una experiencia divertida el hecho de saborear palabras o pensar letras en colores.

Fuente: ABC

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