EL AGUA DE LA LUNA PODÍA ESTAR EN TODOS LADOS

Un estudio reciente, basado en el análisis de los datos obtenidos por orbitadores lunares, demuestra que el agua lunar no solo se encuentra en escasos lugares de la superficie lunar, sino que se encuentra distribuida por toda la superficie lunar.
La investigación, publicada en Nature Geoscience y dirigida por Joshua Bandfield, del Space Science Institute en Bolder, en el estado de Colorado afirma que si hay agua en la Luna y no está confinada en los cráteres cercanos a los polos, sino que está por todos lados dijo Bandfield en la presentación.


Esta investigación asegura que este hallazgo puede ser de gran ayuda para la formación de colonias humanas y futuras misiones espaciales, pues, además de su uso como bebida hidratante, el líquido se podría transformar en hidrógeno u oxígeno, útiles para usarse como combustible y, por
supuesto, para respirar.

El estudio entonces reveló que el agua que está presente en la Luna a cualquier hora y en cualquier lugar, pues su presencia no parece depender de la composición de la superficie. De esta manera, los resultados de la investigación contradicen las hipótesis anteriores, que sugerían que la fuerza de la señal del agua aumentaría y disminuiría según el día lunar (29,5 días terrestres) y que el fluido se concentraría en latitudes.

Sin embargo, no es nada fácil acceder a ella, debido a que podría estar presente como OH, más reactivo que el H20. El hidroxilo tendría que ser extraído de los minerales.

Los investigadores aún discuten sobre lo que puede significar este hallazgo y, sobre todo, se preguntan de dónde provienen estas fuentes de agua. "¿Proviene de una fuente externa, de un cometa o del impacto de asteroides? ¿De los procesos internos de la Luna como el antiguo vulcanismo? ¿O podría ser un proceso continuo del viento solar reaccionando con los materiales lunares para crear OH o H2O?", cuestionó Michael Poston, coautor del estudio, en entrevista con la revista National Geographic.

Entender cómo funciona y se comporta este elemento en la superficie lunar podría abrir las puertas a la comprensión sobre la existencia de fuentes de agua en otros cuerpos rocosos del sistema solar.

Fuente: El Espectador

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