CERRAJERO FOTOGRAFÍA POR CASUALIDAD EL NACIMIENTO DE UNA SUPERNOVA



Víctor Buso, un cerrajero argentino con una gran afición a la astronomía, fotografió desde su casa, una vivienda de la ciudad de Rosario, convertida en observatorio casero, el nacimiento de una supernova. Esta es la primera vez que se hace una fotografía de este espectacular evento y su descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature.

El 20 de Septiembre de 2016, este cerrajero decidió contemplar las estrellas al llegar a su casa y estrenar su nueva cámara para el telescopio y, por casualidad, le llamó la atención un pequeño destello en la galaxia espiral NGC 613, que parecía una gran explosión.


Según Melina Bersten, una especialista en supernovas del Instituto de Astronomía de la Plata, es un hallazgo histórico, ya que es muy difícil captar el momento en el que esto ocurre, pues dura pocas horas y es básicamente imposible saber donde ocurrirá de todo el firmamento. Bersten estudió el caso de Víctor cuando él le anunció haber encontrado la explosión de la supernova en su fotografía.


El método de Víctor al tomar sus fotografías fue de gran ayuda para lograr su descubrimiento.

Él saca sus fotos cortas, de 20 segundos, las superpone para así ganar contraste y contrarrestar los efectos de la contaminación lumínica de su ciudad.

Gracias a esto, en su cuadragésima foto pudo apreciar un punto de luz que en las demás no era visible. Añadiendo imágenes, se dio cuenta de que cada vez podía apreciar más ese punto en el que se había concentrado.

Esta metodología va a ser usada desde ahora para encontrar supernovas tempranas.

Si se expone la máquina 20 o 30 minutos lo único que se podría apreciar sería un manchón, pero en este caso también se aprecia una secuencia.


Víctor otorgó importancia pronto a sus fotos, aunque no sabía realmente que había visto el nacimiento de una supernova a 86 millones de años luz. Su amigo Sebastián Otero y él la enviaron a la Unión Astronómica Internacional. A pesar de que un astrónomo profesional ya habría pedido sus fotografías antes de que llegara a las manos de Bersten, Víctor buscaba hacer una publicación científica con ellas y por eso recurrió a la astronomía. Bersten y Gaston Follateli, también astrónomo, se repartieron su estudio y consiguieron arreglar la imagen para poder apreciar mejor el acontecimiento. La supernova fue bautizada con el nombre SN 2016gkg.

Estas fotografías solo corresponden a la expansión de la onda que esta estrella produjo al explotar. No se sabe exactamente porque ocurren este tipo de explosiones, pero el momento que fotografió Víctor da una gran e importante información sobre ello. Si la hubiese hecho más tarde, se habría perdido mucha de ella.

Según los científicos, esta estrella era una supergrande amarilla, al menos 10 veces más grande que nuestro sol. Estas estrellas suelen ser la fase intermedia entre las ancianas y más calientes supergigantes rojas. Su explosión ha dado resultado a una supernova del tipo llb.

Fuente: El País

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