Estos fueron los primeros mamíferos planeadores hasta ahora conocidos. Según un grupo de expertos internacionales estos mamíferos se vieron obligados a adaptarse a planear, alimentarse a base de vegetales y vivir en árboles de mayor altura. Poseían dedos largos, tanto en manos como pies, y membranas similares a las que podemos encontrar en los actuales murciélagos y ardillas voladoras, que les permitieron desplazarse ágilmente entre los árboles. Así mismo, algunas características esqueléticas presentes en los hombros y las patas anteriores les dotaron de dicha agilidad.
A pesar de la similitud de la ecología de de estos animales y los actuales mamíferos planeadores, sus hábitos alimentarios tuvieron que ser totalmente distintos. Mientras que las ardillas voladoras que actualmente podemos encontrar en Norteamérica se alimentan de semillas, frutos y otras partes blandas de las plantas angiospermas, estos mamíferos planeadores primitivos no podían encontrar a su alrededor dichos recursos, pues la flora que predominaban en ese período eran los helechos y las coníferas, y no habían aparecido las plantas con flores que hoy en día conocemos.
Sin embargo, la importancia de este descubrimiento es mayor que el conocimiento de una simple nueva especie, ya que nos aporta mucha información sobre la diversificación de los mamíferos. En el caso de los voladores o planeadores, la capacidad de desplazarse por el medio aéreo les permitió tener acceso a determinados alimentos que otros animales terrestres no podían conseguir.Por todo ello, este fósil es un vestigio del pasado que nos ayuda a comprender un poco mejor cómo los actuales petauros del azúcar o las ardillas voladoras evolucionaron hasta su estado hoy en día.
Fuente: ABC
Comentarios
Publicar un comentario