Éstas muestras son de los restos de los animales que vivieron en la Península durante el Mioceno medio -hace 14 millones de años- cuando ya se habían extinguido los dinosaurios.
Durante este período, Madrid era una sabana muy árida, con un clima prácticamente desértico, según la Universidad Complutense. Ésta noticia fue publicada por la revista científica PLoS ONE .
Los paleontólogos se han basado en los tamaños corporales de las 26 especies de mamíferos que se encontraron en Somosaguas para deducir cómo era el clima de la región durante ésta época.
Gracias al proceso anterior, sabemos que en este área de Somosaguas apenas recibía 400 milímetros de precipitaciones anuales, y el período de sequía duraba 10 meses.
Según Manuel Hernández, uno de los investigadores de Somosaguas, el tamaño de las especies que habitaban en una región dependía mucho de las condiciones ambientales.
Gracias a este estudio, se pudo asociar de una forma muy precisa entre el clima de cada hábitat y su fauna hasta dar con los parámetros climáticos que había en Somosaguas cuándo estos animales prehistóricos murieron.
Manuel Hernández, uno de los investigadores, dijo que este clima estaba en el límite con un desierto, de hecho, estas mismas condiciones se dan en los bordes de los desiertos actuales cómo la región del Sáhel (sur del Sáhara).
Éste hallazgo es congruente con la información que aportaban por ejemplo, los isótopos y la descomposición de las arcillas sedimentadas.
Éste yacimiento es inusual porque está a la vista de todos en un campus universitario. En primavera se puede ver tanto a alumnos y paleontólogos en plena excavación.
Fuente: El País
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