
A
lo largo de la historia las erupciones volcánicas han generado miles de
fallecimientos, pero lo cierto es que también ha sido un factor muy importante
para la creación de la diversidad de seres vivos.
Entre
estas teorías, se determina que la erupción de estas estructuras geológicas
supuso el paso de un frio gélido a un calor abrasador que, una vez enfriado el
bloque continental, daría el paso a la aparición de los nuevos seres vivos.
Respecto
a su aportación en la ralentización del
calentamiento atmosférico, The Guardian recoge a uno de sus autores, Carl Mears:
"Logramos demostrar que la temperatura ha aumentado últimamente menos de lo
esperado por el elevado número de erupciones volcánicas de poca entidad
ocurridas desde hace quince años. La ceniza y los elementos químicos expulsados
en estas erupciones habrían reducido la cantidad de luz solar que llega a la
superficie terrestre, moderando así -temporalmente- la subida de temperatura
medida en la superficie y en la baja troposfera".
Se
consideran, por tanto, a los volcanes un factor muy importante a tener en cuenta en los
estudios sobre la Tierra.
Fuente: El País
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