60 DÍAS EN CAMA, EL ACTUAL EXPERIMENTO DE LA ESA

Hay a quien le parecerá la experiencia de sus sueños. Un total de 60 días en la cama, estando completamente sano, sin tener que levantarse ni para comer ni para ir al baño. ¡La holganza con mayúsculas! Diez voluntarios reclutados por la Agencia Espacial Europea (ESA) comienzan esta semana en una clínica de Toulouse (Francia) este curioso experimento de reposo absoluto para comprender los cambios fisiológicos que sufren los astronautas en el espacio, donde no hay gravedad. Pero que nadie se lleve a engaño, pasar dos meses en la cama es en realidad una tortura china.

Los humanos, como el resto de criaturas en la Tierra, hemos evolucionado para vivir en gravedad, pero si queremos continuar explorando el Sistema Solar y llegar, por ejemplo, a colonizar Marte, tendremos que acostumbrarnos a la ingravidez. Para probar nuevos regímenes de ejercicios y dietas, así como para comprender lo que les sucede a los astronautas, la ESA lleva a cabo regularmente estudios de reposo en cama, en los que se simulan los efectos de la gravedad cero en el cuerpo humano.

En este estudio, realizado por la clínica espacial Medes de Toulouse, los voluntarios tienen que permanecer con la cabeza inclinada seis grados hacia abajo, con un hombro en contacto con el colchón en todo momento. Pierden masa muscular y ósea y la inclinación de la cama hace que la sangre y otros fluidos se vayan a la cabeza, una situación que se parece a la que sufren los astronautas en el espacio. Para combatir los efectos negativos, los voluntarios van a probar un cóctel de vitaminas y antioxidantes. Se llevarán a cabo quince experimentos simultáneamente, en los que la mitad de los sujetos actúan como grupo de control, es decir, no toman el cóctel.

«Los estudios de reposo en cama son intensos para todos los implicados y precisan de mucha preparación, pero son una buena forma de comprobar la validez de las nuevas ideas antes de su aplicación a los astronautas en el espacio», explica la responsable de investigación humana para vuelos tripulados de la ESA, Jennifer Ngo-Anh.

Pasar 60 días en cama puede parecer fácil, pero encontrar voluntarios que se animen a ello no lo es en absoluto, advierten desde la ESA. No solo deben ausentarse de sus compromisos diarios normales durante dos meses; además, carecen de privacidad y se someten a muestreos y pruebas estrictas, como biopsias musculares. Al final de su aventura, vuelven a la vida «en pie» debilitados y en baja forma.

Fuente: ABC

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