LAS PRIMERAS "ASPIRINAS"

Un equipo internacional de 31 investigadores de once países diferentes, entre ellos varios españoles del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acaba de publicar en la revista Nature un estudio que revela aspectos hasta ahora inéditos de la vida de los neandertales, la "otra especie" humana inteligente, que desapareció de Europa poco después de la llegada de los primeros humanos modernos, nuestros antepasados directos. 

El trabajo, por ejemplo, demuestra que los neandertales eran capaces de adaptarse a su medio mucho mejor de lo que se creía y que dominaban un buen número de plantas medicinales, que utilizaban sin problema para curar enfermedades y dolencias. Entre ellas, el hongo Penicillium y la corteza del álamo, que contiene el principio activo de las modernas aspirinas.

Los análisis se llevaron a cabo sobre cuatro individuos, dos de ellos, de 49.000 años de antigüedad, procedentes de la cueva de El Sidrón, en Asturias, y los otros dos de la Cueva Spy, en Bélgica. Según explica a ABC el paleontólogo Antonio Rosas, que ha formado parte del equipo de investigación, lo más novedoso de este estudio es que "se han analizado numerosas muestras de ADN contenidas en los depósitos de sarro dental de estos neandertales, algo que no se había hecho hasta ahora. Y el resultado ha sido un auténtico tesoro de nueva información".

En concreto, se prestó atención a dos clases diferentes de ADN. Por un lado, el de animales, plantas y hongos de los que los neandertales se alimentaban. Y por otro, al de las bacterias que vivían y prosperaban en el interior de sus bocas.


"En el primer caso -continúa Rosas- nos dimos cuenta de una sorprendente diferencia entre la dieta de los neandertales del norte de Europa y los de El Sidrón. Los del norte comían carne, y en su sarro aparecieron restos de ADN de rinocerontes lanudos y de muflones, pero en los neandertales de Asturias no apareció rastro alguno de animales. Solo restos de piñones, de musgo y de setas. Algo que nos resultó muy curioso, ya que estábamos convencidos que los neandertales seguían dietas hipercarnívoras en todas partes".

También el ADN de las bacterias que vivían en la boca de los neandertales refuerza esta sorprendente diferencia. "La composición de las bacterias presentes en la boca -explica el científico español- tiene mucho que ver con la dieta. Y los microorganismos que hallamos en los dos individuos de El Sidrón son congruentes con una dieta basada fundamentalemnte en plantas y hongos. Puede que también comieran algo de carne, pero en muy poca cantidad, tan poca que no dejó rastro genético alguno. Sin embargo, las bacterias presentes en la boca de los neandertales del norte de Europa encajaban a la perfección con el estilo de vida que llevan los cazadores, que incluyen grandes cantidades de carne en su alimentación".

En otras palabras, el estudio demuestra que debemos, una vez más, cambiar nuestras ideas sobre esta especie. En efecto, el hecho de que diferentes grupos de neandertales fueran capaces de seguir estrategias de subsistencia totalmente distintas, adaptándose al medio local, indica que eran mucho más versátiles y adaptables de lo que se pensaba hasta ahora. Para Rosas, "debemos abandonar la imagen estereotipada de seres adaptados al frío, siempre en busca de presas que cazar. Muy al contrario, nuestro trabajo demuestra que eran perfectamente capaces de adaptarse a medios muy distintos. Lo cual, de paso, complica también el misterio que rodea a su extinción. El criterio ambientalista ya no se sostiene por sí solo. Hacen falta más razones que nos ayuden a comprender los motivos de su rápida desaparición tras la llegada de los primeros humanos modernos".

Fuente: ABC

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