¿SE COMUNICAN LOS VIRUS?

Para decidir entre matar o infectar a sus huéspedes, los virus detectan las señales químicas dejadas por sus progenitores anteriormente en dicha célula.

Este hallazgo se realizó en virus que atacaban a la bacteria Bacillus, y ha supuesto el primer sistema de comunicación entre virus descubierto.

Sin embargo, hay investigadores que creen que muchos otros virus, incluyendo virus responsables de enfermedades humanas, podrían comunicarse entre ellos con su propio lenguaje 
molecular. Si ese es el caso, se podría haber encontrado una nueva manera de evitar ataques víricos.

Este código vírico "secreto" fue descubierto por un equipo liderado por Rotem Sorek, un especializado genetista en el Instituto de Ciencia Weizmann, en Rehovot, Israel. Sus descubrimientos fueron publicados en la revista Nature.

«Esta va a ser una de esas pruebas revolucionarias», dice la microbióloga Martha Clokie, que estudia virus que infectan bacterias (más conocidos como bacteriófagos, o fagos) en la Universidad de Leicester, Reino Unido.

El equipo de Sorek buscaba pruebas de que una bacteria llamada Bacillus subtilis podía alertar a otras bacterias de la presencia de bacteriófagos.

Los investigadores sabían que las bacterias se comunican con sus semejantes secrecionando y detectando una serie de químicos. Este fenómeno, denominado percepción de quorum, o autoinducción, permite a las bacterias ajustar su comportamiento dependiendo del número de bacterias que tiene alrededor. Por ejemplo, la autoinducción la usan para decidir si dividirse o cuándo comenzar una infección.

Sin embargo, los investigadores hallaron que un virus que invade a Bacillus, un fago denominado phi3T, produce un compuesto químico que influye en el comportamiento de otros virus.

Los fagos pueden infectar las células de dos maneras diferentes. Normalmente, engañan a las células huéspedes y se multiplican hasta que revientan y mueren. Sin embargo, otras veces, los fagos insertan su propio material genético en el genoma del huésped, y permanecen inactivos hasta que un desencadenante les hace despertar y multiplicarse.

El sistema de comunicación vírico recién descubierto permite decidir al fago phi3T sobre el modo de infectar a sus huéspedes.

«La molécula que descubrimos permite que cada generación de virus se comunique con las sucesivas generaciones añadiendo concentraciones de la molécula arbitraria», dice Sorek.

«Cada virus puede determinar cuántos virus anteriores han tenido éxito en la infección de las células del huésped y así decidir qué estrategia es mejor en cualquier momento», ha agregado.

El equipo nombró a la misteriosa molécula que creían que provocaba este fenómeno "arbitririum" ("decisión" en latín) y se determinaron a investigarla.

Tras dos años y medio de búsqueda, el equipo de Sorek encontró a la proteína vírica responsable de este cambio de comportamiento. La molécula se desprende de las bacterias infectadas muertas y cuando se acumulan en el entorno (después de que un gran número de células hayan muerto) los fagos dejan de matar a las bacterias restantes y se retiran para permanecer inactivas en el genoma de estas.

El equipo de Sorek encontró más de 100 sistemas similares de comunicación vírica, la mayoría de ellos en los genomas de otros bacteriófagos de Bacillus.

«Los fagos se comunican en diferentes frecuencias. Hablan en diferentes idiomas y solo entienden su propio idioma», comenta el investigador. Incluso se pregunta si los virus que infectan a organismos más complejos, como las personas, podrían hablar también entre sí.

El virus del VIH y el herpes pueden causar infecciones tanto activas como latentes, señala. «Si dispusiéramos de una molécula que llevara a los virus a la latencia total, sería un buen fármaco.»

Si se confirman los resultados del estudio, sería la primera descripción de un sistema de comunicación molecular entre virus.

Comentarios