
Puede parecer una película de James Cameron, pero sin embargo esas hermosas luces que ves, son obra de la madre naturaleza.
Algo muy peculiar habita bajo la superficie alejado de la mano del hombre, en las cuevas de Nueva Zelanda. Y estás imágenes demuestran que nuestro planeta es tan bonito por encima de la tierra tanto como debajo de ella.
Las responsables del espectáculo son la especie Arachocampa luminosa, más conocido como la luciérnaga de Nueva Zelanda. Su nombre maorí es titiwai, que significa “proyectada sobre el agua”.

La primera exploración a esta cueva iluminada por gusanos tuvo lugar en 1887. La expedición estaba formada por Tane Tironau, jefe maorí local y Fred Mace, un topógrafo inglés. Tan solo unos años más tarde en 1906, el gobierno local adquirió esta caverna y la convirtió en un foco para turistas. Ochenta y tres años más tarde las autoridades las devolvieron a sus antiguos propietarios. Siendo ahora un importante destino turístico.

Fuente: La vanguardia
Fuente: La vanguardia
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