
El resplandor atmosférico es el brillo natural de la atmósfera terrestre. Ocurre constantemente en todo el planeta. Hay tres tipos: diurno, crepuscular y nocturno. Todos ellos se deben a la interacción de la luz solar con las moléculas de nuestra atmósfera, pero cada uno tiene su manera especial de formarse.
El resplandor atmosférico diurno se produce cuando la luz solar choca de día con la atmósfera. Las
moléculas de la atmósfera absorben parte de esa luz, lo que les aporta un exceso de energía. Las moléculas liberan entonces esta energía en forma de luz, bien en la misma frecuencia (color) que la luz que absorben o bien en una frecuencia un poco menor. Esta luz es mucho más débil que la solar, de modo que no podemos observarla a simple vista.
El resplandor atmosférico crepuscular es esencialmente igual al diurno, pero solo la atmósfera superior está iluminada por el sol. El resto de la atmósfera y el observador se encuentran en la oscuridad. De modo que, a diferencia del resplandor atmosférico diurno, el crepuscular podemos distinguirlo de hecho desde el suelo a simple vista.
¿Qué es la quimioluminiscencia?
La química que produce el resplandor atmosférico nocturno es diferente. No hay luz solar que brille en la atmósfera nocturna. El responsable del brillo en la atmósfera es, de hecho, es un fenómeno denominado quimioluminiscencia.

Finalmente, el oxígeno atómico logra recombinarse, volviendo a formar oxígeno molecular. El oxígeno molecular libera entonces energía, nuevamente en forma de luz. Se producen varios colores diferentes, incluida una brillante emisión verde.
En realidad, el resplandor verde no es particularmente brillante, sencillamente es la más brillante de todas las emisiones de luminiscencia atmosférica nocturna. La contaminación lumínica y los cielos nublados impiden verlo. Sin embargo, con algo de suerte, se puede observar a simple vista o captar en fotos de exposición prolongada.
No confundir con la aurora boreal
La emisión de resplandor nocturno verde es muy similar al famoso verde que vemos en la aurora boreal. No es extraño, ya que está producido por las mismas moléculas de oxígeno, pero son fenómenos no relacionados entre sí.

Aurora boreal y resplandor atmosférico captados desde la Estación Espacial Internacional. NASA
Pero no es solo el modo de originarse lo que los diferencia. Las auroras forman un anillo (conocido como óvalo auroral) en torno a los polos magnéticos, y el resplandor atmosférico se emite por todo el cielo nocturno. Las auroras son muy estructuradas (debido al campo magnético de la Tierra), mientras que el resplandor atmosférico es, en general, muy uniforme. El tamaño de la aurora está influido por la fuerza del viento solar, mientras que el resplandor se produce constantemente.
¿Por qué entonces se han realizado tantos avistamientos desde Reino Unido recientemente, en lugar de observarse de manera constante? El brillo del resplandor atmosférico está relacionado con el nivel de luz ultravioleta (UV) emitida por el sol, que varía con el tiempo. La época del año parece también influir en la fuerza del resplandor atmosférico.
Para maximizar las posibilidades de observar el resplandor atmosférico, lo mejor es tomar una fotografía de exposición prolongada de un cielo nocturno sin nubes y oscuro. El resplandor atmosférico puede observarse en cualquier dirección libre de contaminación lumínica, a unos 10º-20º por encima del horizonte.
Fuentes: El País
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