NACEN RATONES A PARTIR DE CÉLULAS DE LA PIEL DE LA MADRE

Investigadores japoneses han generado óvulos a partir de células de la piel de la cola de una hembra de ratón. Estos óvulos maduraron en un plato de laboratorio y luego se fertilizaron para implantarlos en un ratón hembra, dando lugar al nacimiento de crías de ratón sanas, capaces de vivir una vida normal y de reproducirse.

Solo un uno por ciento de las células dieron lugar a nacimientos vivos dice Katsuhiko Hayashi, biólogo especialista en células madre de la Universidad de Kyushu en Fukuoka, Japón.

Aunque este proceso aún está a décadas de distancia de una etapa en la que podría funcionar en humanos, la investigación sugiere que algún día podría ser posible que las mujeres que carecen de óvulos, o los hombres que no tienen espermatozoides, puedan obtener células de reemplazo hechas de su propia piel. Si eso se vuelve posible, podría ampliar la edad fértil de los seres humanos por décadas, ayudar a preservar las especies animales protegidas y quizá algún día permitir que las parejas del mismo sexo tengan sus propios hijos genéticos.

En un estudio anterior publicado en Cell, Hayashi demostró que podían generar crías sanas de ratón al madurar óvulos derivados de células de piel de ratón dentro de la madre. En el nuevo trabajo, la maduración ocurre en su totalidad en un plato de laboratorio, lo que lo hace más cercano a un proceso que podría algún día ser usado en personas.

Para transformar una célula madre en un óvulo primigenio, los investigadores tuvieron que diseñar un ambiente que recapitulara la señalización celular y promoviera el desarrollo a través de varias etapas, dice Shoukhrat Mitalipov, biólogo de reproducción y desarrollo en la Universidad de Medicina y Ciencia de Oregón, que no participó en el estudio.

Hayashi dice que su próximo paso será tratar de repetir este proceso en un primate no humano, lo que será mucho más complicado. Para ayudar a madurar a los óvulos de ratón, el investigador simplemente tomó células de apoyo de los ovarios de la madre. En un primate, primero necesitará generar estas células madre a partir de células de apoyo, algo que nunca se ha hecho antes.

Hayashi dice que la investigación en ratones le llevó cuatro años, y supone que tomará al menos el doble de tiempo lograr los mismos resultados en humanos.

“En este momento debo decir que este tipo de sistema no debe usarse en humanos, porque hay grandes riesgos”, advierte, añadiendo que el proceso podría conducir a descendencia anormal o gravemente enferma. Eventualmente, podría hacerse más seguro usando una combinación de mejoras técnicas y avances en el análisis genético de embriones, dice. En un ratón es éticamente permisible examinar una gran cantidad de embriones generados para la investigación, y aceptar la posibilidad —aunque aún no se vean— de que las crías podrán tener defectos genéticos. Estudios de este tipo no serían posibles en la investigación humana.

“En ratones también podemos trabajar directamente sobre el propio organismo. Podemos observar los eventos en vivo, introducir mutaciones y ver qué pasa”, dice Surani. “En seres humanos necesitamos un sistema de cultivo para estudiar la línea germinal, porque no podemos hacer este tipo de experimentos que sí son viables en ratones”.

Surani admite que habrá desafíos para conseguir que este tipo de reproducción funcione en humanos, y sospecha que el proceso podría tardar mucho tiempo, posiblemente una o dos décadas.

 Pero los logros de Hayashi hasta ahora le dan confianza para conseguir un posible éxito. “A veces, cuando sabes que algo es posible, se eliminan las barreras mentales que puedas tener. Uno comienza siendo más optimista”, explica. “Yo no diría que es imposible. Creo que es posible”.






Fuente: SCIENTIFIC AMERICAN

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