PRESENTAN EL PRIMER GRAN ATLAS DE LA VÍA LÁCTEA

Este nuevo catálogo es el doble de preciso y contiene casi 20 veces más estrellas que el referente astronómico anterior, el catálogo Hipparcos.

Cada vez conocemos mejor el planeta en el que vivimos, nuestros planetas vecinos, el sistema solar y la galaxia a la que pertenecemos. Gracias a las nuevas tecnologías y a las sondas de observación cada día descubrimos nuevas estrellas,planetas parecidos al nuestro, agujeros negros... El último de estos descubrimientos ha tenido un objetivo mucho más global: elaborar el mapa tridimensional más detallado de la Vía Láctea.

Gracias  a la misión Gaia los científicos han conseguido determinar el brillo y la posición exacta en el firmamento de 1.142 millones de estrellas, lo que supone la mayor muestra de objetos celestes hasta la fecha. Además, como preludio del catálogo más extenso que se publicará en el futuro, el extracto publicado ha presentado las distancias y los movimientos de más de dos millones de estrellas.

“Al cartografiar el cielo con una precisión nunca antes alcanzada, Gaia se sitúa a la vanguardia de la astrometría —afirma Álvaro Giménez, director de ciencia de la ESA—. La presente publicación nos ofrece una primera impresión de los extraordinarios datos que nos esperan y revolucionará nuestra comprensión de cómo las estrellas se distribuyen y se desplazan por nuestra galaxia”.

Lanzado hace 1.000 días, el 19 de diciembre de 2013, Gaia comenzó su labor científica en julio de 2014. De hecho, esta primera publicación se basa en los datos recopilados durante los primeros 14 meses de estudio del firmamento, hasta septiembre de 2015. Gracias a los datos que Gaia continúa recopilando y que se publicarán en los próximo años, podrán descubrirse muchos más cúmulos estelares y podrán analizarse con mucho mayor detalle.

Como comenta Timo Prusti, científico del proyecto Gaia de la ESA, este mapa “muestra la densidad de estrellas medidas por Gaia en todo el firmamento y confirma la calidad de los datos recogidos durante su primer año de operaciones”.

Para elaborar este atlas estelar los investigadores procesaron los mil millones de estrellas del catálogo y analizaron detalladamente unos dos millones de estrellas comunes entre los datos recogidos durante el primer año de Gaia y los anteriores catálogos, Hipparcos y Tycho-2. Al combinar los datos de Gaia con información de estos dos catálogos menos precisos, las observaciones de este primer año ya han permitido conocer mejor los efectos del ‘paralaje’ y el ‘movimiento propio’. El paralaje es un pequeño desplazamiento en la posición aparente de una estrella provocado por la traslación anual de la Tierra alrededor del Sol y depende de la distancia de dicha estrella con respecto a nosotros. Por su parte, el movimiento propio se debe al desplazamiento físico de las estrellas por la galaxia.

Así, los científicos han sido capaces de ofrecer una estimación de las distancias y movimientos de los dos millones de estrellas repartidas por el cielo.

En palabras de Antonella Vallenari, del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF), Observatorio Astronómico de Padua, Italia, “con Hipparcos, solo pudimos analizar la dinámica y la estructura 3D de las estrellas en las Híades, el cúmulo abierto más cercano al Sol, y medir distancias de unos 80 cúmulos a un máximo de 1.600 años luz de nosotros. En cambio, gracias a los primeros datos de Gaia, ahora es posible medir las distancias y los movimientos de unos 400 cúmulos a 4.800 años luz”.

Conocer las posiciones y los movimientos de las estrellas en el firmamento de manera más precisa es fundamental para estudiar las propiedades y el pasado de la Vía Láctea, así como para medir distancias a estrellas y galaxias. Pero también tiene importantes aplicaciones más cerca, por ejemplo, en el sistema solar. Y si queremos conocer mejor a nuestros vecinos, misiones como Gaia serán vitales en un futuro cercano.


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