ENCONTRARON RESTOS HUMANOS EN UN NAUFRAGIO DE LA ERA ROMANA

Algunos arqueólogos subacuáticos encontraron un esqueleto de 2000 años de antigüedad entre los restos del famoso naufragio de Anticitera que data de tiempos romanos.

Los huesos encontrados son el botín más reciente de un tesoro escondido en el que se han encontrado estatuas de bronce, esculturas de mármol y el famosísimo mecanismo de Anticitera, un dispositivo parecido a un reloj que es considerado como la computadora analógica más antigua del mundo.

Desde que unos buzos recolectores de esponjas lo encontraron en el año 1900, el naufragio de Anticitera ha sido una oportunidad única para que los arqueólogos investiguen la cultura y prácticas mercantiles del Mediterráneo antiguo, gracias a la recuperación de joyas y pequeños ornamentos. Ahora, si los investigadores logran recoger información genética de estos restos humanos, obtendrán el mejor dato encontrado hasta ahora sobre las vidas de las personas que perecieron en este buque en el año 65 a. C.

Estos arqueólogos subacuáticos descubrieron los restos mientras excavaban frente a la costa de la isla griega Anticitera a finales de agosto. Uno de los buzos le había avisado que habían encontrado algunos huesos largos unos 47 metros abajo. Uno de ellos nadaba en la zona pensó: “¡Santo Dios! allí hay un esqueleto completo”.

Los huesos largos resultaron ser el cúbito y el radio de un antebrazo. Enterrados en la arena también había un cráneo, una mandíbula superior con algunos dientes, algunas costillas y dos fémures.

Se es optimista sobre la posibilidad de extraer un poco de material genético, ya que el equipo recuperó la porción petrosa del hueso temporal, que es la parte dura detrás del oído. El ADN recuperado de esta zona del cráneo suele estar mejor conservado que las muestras de cualquier otra parte del cuerpo, incluso mejor que los dientes.

Los huesos hallados están mucho bien preservados, añadió, y podrían proporcionar información sobre la procedencia de la persona a la que pertenecieron, así como datos sobre sus rasgos faciales y su dieta. Los planes son iniciar las pruebas genéticas en cuanto el equipo obtenga el permiso de las autoridades griegas.

“Solo podemos acercarnos verdaderamente a la historia de estas personas estudiando sus restos”, observó. “Esto nos ayuda a reconstruir la identidad de la persona y nos da información sobre qué tipo de gente emprendió este viaje hace 2000 años”.

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