BOLAS SÚPER CALIENTES LANZADAS AL ESPACIO POR UNA ESTRELLA

Las bolas super calientes de plasma y gas son lanzadas como bolas de cañón por una estrella compañera oculta y no por una gigante roja.

El telescopio espacial Hubble, hace años que capta unas formas brillantes al lado de estrellas. 
Estas formas son envolturas brillantes que están en expansión, llamadas nebulosas planetarias, expulsadas por las estrellas gigantes rojas en sus últimos suspiros. Los astrónomos de la NASA creen haber descubierto el prototipo que explicaría la complejidad y diversidad de estructuras observadas en las nebulosas planetarias.

"Buscamos conocer el proceso que causa estas increíbles transformaciones, de una gigante roja a una nebulosa planetaria brillante y hermosa", explica Raghvendra Sahai, "Estos cambios dramáticos ocurren cada cierto tiempo, de 200 a 1.000 años, lo que representa un parpadeo en el tiempo cósmico"

La mejor explicación actual, es la siguiente: las bolas de plasma y gas super calientes, casi dos veces más que la superficie solar, son lanzadas como bolas de cañón por una estrella compañera oculta y no por una gigante roja. Estos "cañonazos" sólo podían ser propulsados por discos de acreción y los astrónomos sabían que las gigantes rojas no tienen discos de acreción. Por tanto, el modelo propuesto es un sistema binario, formado por dos estrellas, en este caso V Hydrae.

Dos estrellas se orbitan mutuamente: V Hydrae, que es la gigante roja y la estrella anfitriona, situada a 1.200 años luz de la Tierra; y luego la estrella compañera, que se encuentra en una órbita elíptica, que es, la órbita de un astro que gira en torno a otro describiendo una elipse.

Cuando esta última entra en la atmósfera en expansión de la gigante roja comienza a engullir materia, que se transforma en un disco alrededor de la estrella compañera. Este disco es, a la vez, una plataforma de lanzamiento que envía las bolas de plasma caliente hacia el espacio, a tal velocidad que sólo tardarían treinta minutos en recorrer la distancia de la Tierra a la Luna. El proceso de eyección se repite cada ocho años y medio, que es el tiempo que tarda la estrella compañera en pasar por delante de la anfitriona.

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