VIDA EN LA TIERRA 22O MILLONES DE AÑOS ANTES DE LO QUE SE CREÍA

El hallazgo de unos fósiles por la universidad australiana de Wollongong en Groenlandiala adelanta en 220 millones de años las primeras evidencias de la existencia de vida en la Tierra.

Los estromatolitos son unas estructuras órgano-sedimentarias y estratificadas formadas por la acción de las cianobacterias a partir de la captura y fijación de partículas carbonatadas. Estas cianobacterias, mal designadas durante mucho tiempo como algas cianófitas, son un tipo de bacterias que cuentan con la capacidad de realizar la fotosíntesis, siendo los únicos seres procariontes capaces de realizarla.

En el proceso, absorben grandes cantidades de CO2 de la atmósfera que tras su síntesis quedan transformados y fijados en forma de carbonatos y que al precipitar en aguas someras dan lugar a la formación de los estromatolitos.

Hasta hace muy poco tiempo, las estructuras estromatolíticas mas antiguas de las que se tenia constancia, -fechadas en unos 3500 millones de años- se hallaban de Australia. Sin embargo ahora, tal y como lo describe el reciente estudio publicado en la revista Nature: “Rapid emergence of life shown by discovery of 3,700-million-year-old microbial structures”, otros fósiles de naturaleza estromatolítica aún más antiguos han sido hallados al sureste de Groenlandia adelantando en unos 200 millones de años la posible aparición de la vida en la Tierra.

El hallazgo, liderado por la Universidad de Wollongong (Australia), se ha producido en Isua, al suroeste de Groenlandia, considerada la cuna de la vida. Esta región alberga las rocas más antiguas y en un buen estado de conservación hasta el momento conocidas.

Varias líneas de investigación de la universidad, ya habían evidenciado entornos donde pudo surgir la vida hace aproximadamente 4.000 millones de años. “Los estromatolitos son un signo de vida que cualquiera puede observar y los fósiles son una evidencia de un entorno de vida temprano”, declara a Sinc Allen Nutman, investigador en la Universidad de Wollongong y autor del estudio.

“Encontrar pruebas de vida parecía imposible en estas rocas deformadas y alteradas”, añadían los investigadores. Sin embargo, los fósiles fueron hallados en estas rocas que habían salido a la luz tras el deshielo de una capa de nieve perenne que las cubría.

Fuente: National Geographic

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