Las investigaciones nos dejan ver que el animal sufrió una fractura que sólo pudo ocurrir por una caída en la Tierra. Este suceso no sería extraño si no fuera porque en la datación se muestra que tiene 333 millones de años de antigüedad. Esto quiere decir que el animal habría vivido muchísimo antes de que los tetrápodos abandonaran el agua para vivir en la Tierra, según aguardan todas las teorías que existen sobre la evolución de los vertebrados. El director de esta investigación explica que a parte de lo que puede ser leído en la caída y la fractura, las características sanguíneas y óseas sugieren que había pasado bastante tiempo en la Tierra. Este descubrimiento tiene importantes implicaciones para el estudio de los contextos temporales, fisiológicos y biogeográficos en la evolución de los vertebrados.
FUENTE: www.lagranepoca.com
Comentarios
Publicar un comentario