¿COCODRILOS HERBÍVOROS?

Unos científicos hallaron en Argentina una nueva especie extinta de cocodrilo que vivió hace 80 millones de años, llamado Llanosuchus Tamaensis, o cocodrilo de los llanos. Se caracterizaba principalmente por su pequeño tamaño y por sus hábitos omnívoros y herbívoros, que demuestran el formato de sus dientes fosilizados. Esto supone una notoria diferencia con los cocodrilos actuales. Este hallazgo es un trabajo encabezado por el paleontólogo Lucas Fiorelli, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, junto a otros investigadores.

Entre las centenas de especies extintas cuyos fósiles ya se han identificado, saltan a la vista los notosúquidos, una rama que evolucionó en el antiguo supercontinente Gondwana, que unía América del Sur con África, la India, Australia y Antártica. Los notosúquidos, o cocodrilos del Sur, eran exclusivamente terrestres. Poseían largas patas, permanecían de pie sobre sus cuatro extremidades y se desplazaban más bien a semejanza de los cuadrúpedos que a la de sus primos reptantes. Esta especie estaba dividida en dos grupos: uno de ellos estaba compuesto por fieras cazadoras, eran mucho más grandes y totalmente carnívoros; y un segundo grupo de notosúquidos que está considerado como más avanzado, pues poseía hábitos alimentarios diferenciados, eran herbívoros y ninguno era grande.

No se conocen las razones que llevaron a este cambio de dieta. Pero lo cierto es que un ancestro común al grupo abandonó la voracidad carnívora característica de los cocodrilianos para sobrevivir a base de una dieta omnívora o parcialmente herbívora. Sus descendientes se propagaron por el centro y el sur de América del Sur, de Bolivia a Argentina, evolucionando en una docena de especies ya identificadas. El Llanosuchus Tamaensis es tan sólo el ejemplo más reciente.

Otra peculiaridad del grupo es el formato de su cráneo, que era muy corto, casi en forma de pico. Se cree que los notosúquidos avanzados empleaban su “pico” para excavar y construir madrigueras en donde se refugiarían. La evidencia de ello es la existencia de algunos cubiles en los mismos extractos rocosos de donde salieron los fósiles del Mariliasuchus.

Los cocodrilos del Sur estaban bien adaptados al clima árido y semiárido del final del Cretácico. No se sabe si eso contribuyó para que hayan logrado sobrevivir a la gran extinción que puso fin al linaje de los grandes dinosaurios (con excepción de las aves), hace 65 millones de años. Sin embargo los notosúquidos no consiguieron llegar hasta nuestros días. La última especie conocida desapareció en el Mioceno hace alrededor de 15 millones de años. Fue el final del linaje de los cocodrilos terrestres de Gondwana.

Fuente: NCYT

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