LA LUNA SE ALEJA

Por mucho que nos haya maravillado y ayudado a lo largo de la historia, la posición de la Luna no tiene nada de casual: nuestro satélite se ha estado alejando de la Tierra desde el momento de su formación y seguirá haciéndolo a un ritmo de unos 3 centímetros anuales.

En la actualidad la Luna da vueltas alrededor de la Tierra a unos 370.000 kilómetros de media. Pero en el momento de su formación, después de que un cuerpo del tamaño de Marte chocara contra la Tierra primitiva y los escombros que quedaron en órbita se unieran para formar nuestro satélite, la Luna se encontraba sólo a entre 19.000 y 30.000 kilómetros de distancia. Si hubiéramos estado vivos en aquella época, hace 4.500 millones de años, hubiéramos visto una Luna 20 veces mayor en el cielo que hubiera tapado por completo el Sol durante un eclipse, por supuesto. O sea, que de eclipses perfectos, nada de nada. En realidad, son una coincidencia relativamente reciente.

Y lo mismo ocurrirá en el futuro: a medida que la Luna se vaya alejando de la Tierra, esta irá cubriendo una menor cantidad del disco solar durante los eclipses. Por suerte, la Luna nunca abandonará la órbita de la Tierra porque en unos 50.000 millones de años la suya se estabilizará y terminará situada en una órbita en la que tardará 47 días en completar una vuelta alrededor de nuestro planeta, en vez de los 27 días actuales.

Cuando esa época llegue, la Luna se encontrará a 970.000 kilómetros de la Tierra y tendrá un tamaño en el cielo 2,5 veces menor que su tamaño actual… Algo que tampoco importará mucho, en realidad, ya que por aquel entonces hará decenas de miles de millones de años que el Sol se habrá tragado el sistema Tierra-Luna tras convertirse en una gigante roja.

Fuente: Ciencia.

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