EL VIRUS DEL SIDA SE RESISTE AL CRISPR

Ni siquiera la novísima técnica, CRISPR, considerada una revolución genética que permite editar la información del ADN del virus del VIH de forma rápida, fácil y económica y coronada como el avance más importante de 2015 por su potencial en el tratamiento del cáncer, las enfermedades minoritarias y la erradicación de la malaria, entre otros por la revista Science.

Recientemente, aplicando el CRISPR para modificar el material genético del virus del VIH tipo 1, un equipo de científicos liderado por la Universidad canadiense McGill ha obtenido los siguientes resultados, publicados en Cell Reports, los cuales muestran que mientras ciertas mutaciones inhiben la replicación del virus otras aceleran su huida viral con una resistencia no esperada.

Por ello, antes de utilizarse como un antiviral efectivo CRISPR necesita perfeccionarse todavía.

“La técnica CRISPR necesita perfeccionarse un poco más antes de utilizarla como un antiviral efectivo”, comentan los investigadores en la nota de prensa.

En contraste con otros virus, los cuales se eliminan a partir de este enfoque, el material genético del VIH es que “muta muchísimo” recuerda José Esté, responsable del grupo de patogénesis del VIH del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, y que no ha participado en el estudio.

Esté, en su laboratorio, trabaja en cultivos celulares con CRISPR para silenciar genes que el virus del VIH utiliza para reproducirse. “Esta técnica requiere de una homología perfecta entre la secuencia diana del ADN y el virus”, dice sobre un patógeno tan inestable que también escapa a esta estrategia antiretroviral.

Terapia génica para combatir el VIH

Los primeros trabajos que reivindicaban el potencial de CRISPR para erradicar el genoma viral en las personas con VIH aparecieron tres años atrás. “El sistema puede ser una herramienta muy útil para curar la infección”, aseguraba un estudio de la Universidad de Kioto (Japón) publicado en Science Reports.

Inspirado en el mecanismo natural del sistema inmunitario de las bacterias frente a los virus, CRISPR permite reconocer una secuencia de ADN y la enzima Cas9 cortar y eliminar esa información genética para, en este caso, atacar el virus del sida.

Aunque sí el más nuevo, CRISPR no es el único sistema de corte y confección de ADN; en el campo del virus del sida se han probado otras tecnologías de ingeniería genética, estas sí en pacientes: ZFN y TALEN, pero CRISPR va “un paso más allá” al intentar curar la enfermedad, contextualiza Estés.

Para combatir el sida, la terapia génica cuenta con “varios retos”:l primero es averiguar la manera de entregar la terapia a las células del paciente y el segundo, evaluar los efectos no deseados de la edición en el resto del genoma.

Hasta el momento, la última investigación que aplica uno de estas estrategias al tratamiento de VIH representa “una historia cautelosa para aquellos que quieran aplicar CRISPR como un antiviral”, concluye la nota de prensa.

Con el sentimiento de que no han trabajado en vano, los investigadores recuerdan la necesidad de nuevas estrategias para superar las limitaciones actuales, como el uso de otras enzimas a parte de la Cas9 por ejemplo. Por otro lado, todavía queda encontrar la manera de transladar a los pacientes las nuevas técnicas descubiertas.



Fuente:
La Vanguardia

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