La Academia Nacional de Ciencias asegura que no suponen ningún riesgo para la salud humana. Los alimentos transgénicos han tenido siempre mucha polémica entre uno de ellos el que podían ser malos para la salud. Las modificaciones genéticas en productos que serían consumidos por humanos al principio no le gustaba a la gente.Se escribió mucho sobre sus defectos y cualidades, pero ahora la ciencia ha hablado con el mayor informe sobre este tema. La Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. ha hecho público un extenso estudio en el que se razona que los alimentos transgénicos son inocuos para las personas.
En ese informe se intenta acabar con los numerosos mitos que han rodeado siempre a los productos que han sido modificados genéticamente.
La Academia Nacional de Ciencias dio una rueda de prensa en la que explicaron que han analizado 900 estudios científicos sobre la materia publicados en los últimos 30 años. El proyecto fue supervisado por un grupo de expertos independientes y liderados por el entomólogo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, Fred Gould.
El informe asegura que la línea para diferenciar entre los alimentos transgénicos y los naturales es cada vez más estrecha. Las nuevas técnicas de edición genética se han perfeccionado cada día más y se está borrando la distinción entre la ingeniería y la produccion convencial.Los alimentos transgénicos no son perjudiciales para la salud, pero tampoco aportan lo que aportaban al principio y no contribuyen a acabar con el hambre en el mundo.
Una de la mayor preocupación es que los genes se desplacen a otros cultivos convencionales o especies silvestres relacionadas o que se mezclen con cultivos tradicionales y los modificados genéticamente. El riesgo es real, como cuando aparecieron rastros de un tipo de maíz que sólo habia sido aprobado para la alimentacion animal en productos de maíz para consumo humano.
Ocurrió en EE.UU. La OMS estudia cómo reducir la contaminación de los cultivos y asegura que evalúa la estabilidad y los efectos sobre el medio. También detalla la preocupación de que pueda introducir genes manipulados en el laboratorio en poblaciones silvestres, y que la proteína creada afecte no sólo a las plagas, sino a otros organismos como los insectos, por ejemplo.
FUENTES DE INFORMACION: El país
La Vanguardia
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