CONTROLANDO GENES CON LA MENTE

Aunque parezca de juguete, este
interruptor genético desarrollado por
ciertos investigadores de la Universidad de Basilea es real. Controlado por el pensamiento que permite activar genes,para producir así proteínas a su voluntad."Hemos sido capaces de utilizar las ondas cerebrales humanas, transferirlas de forma inalámbrica a una red de genes y regular así la expresión de un gen en función del tipo de pensamiento."- menciona la líder de la investigación.
Este dispositivo ha sido probado en cultivos de células humanas y en ratones inicialmente.
Los investigadores usaron una proteína humana la cual es fácil de detectar, la fosfatasa alcalina secretada, que se difunde desde una diminuta cámara de cultivo hasta el ratón.
La fuente de inspiración fue un juego, Mindflex, que utilizaba las ondas cerebrales para hacer levitar una pelota. En él los jugadores llevan un casco con un sensor que registra las ondas cerebrales y las transfiere a un dispositivo que controla un ventilador capaz de guiar una pequeña bola a través de una serie de obstáculos.
Nature Communications publicó un trabajo en el cual los investigadores también utilizan un casco para medir, mediante un electroencefalograma,las ondas cerebrales que son analizadas y transmitidas a través de Bluetooth a un dispositivo que genera un campo electromagnético. Y según la ley de Faraday, ese campo electromagnético, gemnera una corriente eléctrica.

-Luz generada con el pensamiento:
La corriente va hacia una lámpara de LED que emite luz en el rango del infrarrojo cercano. Esa luz es precisamente la que pone en funcionamiento a unas células modificadas genéticamente para producir proteínas.
 "El control de los genes de esta manera es completamente nuevo y extremadamente simple”, explica Fussenegger.
 Los investigadores han utilizado una tecnología reciente, la optogenética, que permite activar y desactivar células a voluntad. Cuando la luz infrarroja se enciende, una proteína sensible en las células modificadas genéticamente hace de interruptor y activa genes que desencadenan la producción de SEAP.
La luz del infrarrojo cercano fue elegida debido a que no es perjudicial para las células humanas, pudiendo penetrar en el tejido y rastrear a simple vista el funcionamiento del implante sin ocasionar daño alguno.
El sistema impulsado por las ondas cerebrales funciona de manera eficiente y efectiva en cultivo de células humanas y en ratones. Aunque aún hay que perfeccionarlo mucho .

Fuente de información, abc

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