UNA IMPRESORA 3D CAPAZ DE CREAR HUESOS, MÚSCULOS Y CARTÍLAGOS.

Resultado de imagen de como es una impresora 3dLos diccionarios tecnológicos tienen que ir haciendo hueco a un nuevo término: la bioimpresión. Usando una impresora 3D creada por ellos, un grupo de especialistas en medicina regenerativa de EE UU ha demostrado la viabilidad de tejidos vivos impresos. Con el mismo sistema imprimieron huesos, cartílagos y músculos que después implantaron en modelos animales. En un porcentaje superior al 90%, las estructuras impresas regeneraron el tejido, creando su propio sistema vascular.


La ingeniería de tejidos es una de las grandes promesas de la medicina regenerativa. En un futuro, tras escanear la zona u órgano dañada, un programa modelará la estructura y tejidos a imprimir y una impresora 3D obrará el milagro.Ya hay empresas que comercializan tejidos celulares sacados por la impresora, como Organovo.Pero esto exige una tecnología que aún no ha llegado pero que la ciencia está acercando paso a paso.

El último de estos avances lo ha dado el grupo de investigación en medicina regenerativa del Centro Médico Baptista Wake Forest.Ellos han creado una impresora de material vivo o bioimpresora. Su nombre o siglas es ITOP, o sistema integrado de impresión de tejidos y órganos, en inglés. El artilugio es algo aparatoso, pero no más que otras impresoras 3D de uso industrial.

Anthony Atala(científico creador de esta impresora) dijo:
Esta nueva impresora de tejidos y órganos es un importante avance en nuestro objetivo de crear tejido de reemplazo para los pacientes.Puede fabricar tejidos a escala humana de cualquier forma y estables. Con su desarrollo, esta tecnología podría usarse para imprimir estructuras de tejidos y órganos para su implantación quirúrgica.
Lo cual nos lleba a pensar que ya estamos cerca de este maravilloso descubrimiento y de que incluso se haga realidad muy pronto.

ITOP parte de aquellos primeros trabajos. La impresora realiza un doble proceso. Por un lado, usa polímeros para recrear una matriz con la estructura básica del tejido a imprimir. Por el otro, sobre esa estructura inyecta un hidrogel enriquecido con las células de interés. Los investigadores usaron también células madre procedentes de líquido amniótico humano.

El principal problema hasta ahora en este punto del proceso era conseguir que el biomaterial impreso no solo se mantuviera vivo.Según los resultados tanto las células usadas para el tejido muscular, como los de huesos o las de la oreja seguían vivas seis días después de su impresión.
Lo siguiente fue probar su viabilidad tanto estructural como funcional. Cada una de las impresiones fue implantada en diferentes modelos animales, ratas y ratones. En los cuatro casos, la supervivencia celular superó el 90% y en todos ellos, los tejidos impresos fueron capaces de proliferar, generando nuevo tejido.Una de las claves fue crear un sistema vascular propio, permitieron la circulación del oxígeno y los nutrientes.

Webgrafía:
http://elpais.com/elpais/2016/02/15/ciencia/1455549450_487184.html

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