Hay una advertencia que debería salir en los transbordadores espaciales: "Viajar al Espacio perjudica seriamente la salud".
No solo es el desgaste muscular y óseo o los episodios de depresión y ansiedad; ni siquiera los problemas relacionados con el sistema inmune.
Ahora, también afecta al crecimiento del cabello.
Científicos japoneses han descubierto que las largas estancias en entornos de microgravedad tienen efectos sobre la expresión genética de los folículos capilares; vamos, que nos dejan calvo.
En los últimos años, los trabajos con ratones en el espacio indicaban que el número de folículos en fase anágena disminuye en condiciones de microgravedad.
No solo es el desgaste muscular y óseo o los episodios de depresión y ansiedad; ni siquiera los problemas relacionados con el sistema inmune.
Ahora, también afecta al crecimiento del cabello.
Científicos japoneses han descubierto que las largas estancias en entornos de microgravedad tienen efectos sobre la expresión genética de los folículos capilares; vamos, que nos dejan calvo.
En los últimos años, los trabajos con ratones en el espacio indicaban que el número de folículos en fase anágena disminuye en condiciones de microgravedad.
A medida que las estancias se prolongan aumentan las probabilidades de desarrollar atrofias en la piel y dañar los folículos pilosos.
El equipo ha analizado seis folículos de cada astronauta (dos arrancados antes del viaje, dos arrancados durante el viaje y dos arrancados tras la vuelta) y han estudiado la expresión genética de los mismos.
Las conclusiones son claras: al menos cuatro genes que disminuyen el cabello intensificaron su efecto durante el viaje; curiosamente, estos efectos solo se dieron en hombres.
El equipo ha analizado seis folículos de cada astronauta (dos arrancados antes del viaje, dos arrancados durante el viaje y dos arrancados tras la vuelta) y han estudiado la expresión genética de los mismos.
Las conclusiones son claras: al menos cuatro genes que disminuyen el cabello intensificaron su efecto durante el viaje; curiosamente, estos efectos solo se dieron en hombres.
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