Ambas especies son más similares en términos de la cantidad de secuencia que puede ser alineado entre ellos, en los genes que albergan, en las repeticiones invertidas que tienen y en el contenido del elemento repetitivo que tienen intercalados.
A pesar de que los chimpancés y los bonobos son nuestros antepasados familiares más cercanos, nuestros patrones de apareamiento son más similares a los de los gorilas ya que las hembras de ambas especies se aparean normalmente con un macho durante un ciclo preovulatorio. Esto es sólo una hipótesis y no se sabe exactamente con seguridad el por qué.
Para determinar la secuencia de ADN del cromosoma Y, se ha desarrollado una técnica bautizada como flujo de clasificación que permite un mejor acceso a la información genética de esta parte del ADN de cualquier especie y se puede utilizar para estudiar trastornos de infertilidad masculina.
Puede ayudar en los esfuerzos de conservación genética para poder realizar un seguimiento sobre cómo los machos se mueven dentro y entre poblaciones de especies amenazadas, como es el caso de los propios gorilas.
Los gorilas, tras los chimpancés y los bonobos son nuestros familiares más cercanos; son inteligentes, carismáticos y están amenazados debido a la continua fragmentación de su hábitat, por su caza ilegal. Se estima que en 2030 aproximadamente el 90% de los hábitats del gorila habrán sido alterados por la raza humana, lo que pone en riesgo la supervivencia de esta especie.
FUENTE: LA RAZÓN
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