UN SEGUNDO CÁNCER FACIAL DESFIGURA AL DEMONIO DE TASMANIA

Investigadores descubren un nuevo tipo de tumor transmisible en este marsupial que puede acabar extinguido. El demonio de Tasmania tiene la horrible suerte de ser una de las tres únicas especies animales en el mundo que sufren un cáncer transmisible. Las otras dos son los perros y las almejas de caparazón blando.

Hasta ahora, se sabía que estos marsupiales, que solo se encuentran en libertad en la isla australiana a la que deben su nombre, sufren unos extraños y desfigurantes tumores faciales sin solución que amenazan con exterminar la especie en unas pocas décadas, ya que los animales afectados apenas pueden comer o respirar. Por si esto no fuera bastante terrible, un equipo de investigadores de la británica Universidad de Cambridge y la de Tasmania acaba de hacer público un descubrimiento que agrava aún más las cosas. 

El demonio de Tasmania no sufre un único cáncer facial transmisible, sino dos, completamente diferentes. Lo cuentan en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS).

El raro cáncer de esta especie fue observado por primera vez en 1996. Denominado Tumor Facial de los Demonios (DFTD), fue descubierto en la costa este de Tasmania y se extendió rápidamente hacia el oeste. Fue un primer individuo, una hembra, la que generó la enfermedad, que se transmitió de un animal a otro por un mordisco, un roce o el apareamiento. Algo similar en los seres humanos es propio del guion de una película de terror.

Esta enfermedad se ha asociado consistentemente con un único linaje de células de cáncer aneuploides, que los investigadores definen ahora como DFT1. Pero hay un segundo tumor, el DFT2, detectado en cinco demonios en el sur de Tasmania en 2014 y 2015. Este número dos causa tumores que son indistinguibles del primero, pero histológicamente distintos.

Además, lleva un cromosoma Y, que contrasta con el origen femenino del mal ya conocido.Según los investigadores, estos hallazgos indican que los demonios han generado al menos dos tipos de cáncer transmisible en distintos linajes y sugieren que estos tumores pueden surgir más frecuentemente en la naturaleza de lo considerado anteriormente. Además, el descubrimiento presenta importantes desafíos para la conservación de esta especie de dudoso destino.

Fuente: ABC

Comentarios