Se ha presentado la prueba más contundente hasta ahora de que es posible
que los cerebros se fosilicen y que, de hecho, a varios cerebros de
artrópodos de hace 520 millones de años les ha sucedido precisamente
eso.
Desde hace mucho tiempo , ha existido en la ciencia la teoría de que los
cerebros no se fosilizan, así que cuando el equipo de Nicholas
Strausfeld presentó públicamente el primer informe sobre un cerebro
fosilizado en una edición de 2012 de la revista académica Nature,
recibió muchas críticas sumamente negativas.
El hallazgo fue puesto en duda por muchos paleontólogos, que pensaban, y
algunos lo manifestaron por escrito, que quizá se trataba de un error o
de un suceso de fosilización único y virtualmente irrepetible, tal como
recuerda Strausfeld, profesor en el departamento de neurociencia en la
Universidad de Arizona, Estados Unidos.
En el estudio, Strausfeld y sus colaboradores, incluyendo a Xiaoya Ma,
del Laboratorio de Paleobiología de la universidad de Yunnan en China, y
Gregory Edgecombe, del Museo de Historia Natural de Londres en el Reino
Unido, han analizado siete fósiles recientemente descubiertos de la
misma especie, encontrando en cada uno vestigios de lo que
indudablemente fue un cerebro.
La especie, Fuxianhuia protensa, es un artrópodo extinto que deambulaba
por el fondo oceánico hace unos 520 millones de años. Debió tener el
aspecto de un camarón muy simple. Y cada uno de los fósiles, procedentes
del yacimiento paleontológico de Chengjiang, situado en el sudoeste de
China, sugiere que el cerebro de ese antiquísimo artrópodo se parecía
mucho en algunos rasgos al de un crustáceo moderno.
Usando microscopia electrónica de barrido, los investigadores
encontraron que los cerebros estaban conservados como películas
aplanadas ricas en carbono, que, en algunos fósiles, estaban
parcialmente recubiertas con diminutos cristales de pirita. Esto llevó
al equipo de investigación hasta una explicación convincente sobre cómo y
por qué se puede fosilizar el tejido neural.
Nota: La imagen muestra un Fuxianhuia protensa del yacimiento paleontológico de Chengjiang. El primitivo artrópodo medía 12 cms de longitud.
Comentarios
Publicar un comentario