¿PODRÍAN ACTUAR LAS PLACAS COMO UN DOMINÓ?

El efecto dominó en las placas tectónicas es posible. Cuando se produce un terremoto en la corteza terrestre y en vez de producirse allí el seísmo se produce en un lugar lejano, se está barajando la posibilidad de que esta hipótesis del ''efecto dominó'' sea probablemente cierta.

Cuando la población de Roma, el 11 de mayo, esperaba los grandes seísmos anunciados por el sismólogo Raffaele Bendandi (fallecido en 1979), la Tierra decidió moverse en otro sitio. No fue un día fatídico para Roma sino para una ciudad más lejana. Podría haberse producido el llamado ''efecto dominó sísmico''. Russel Green, profesor de Ingeniería Medioambiental de la Universidad de Virginia Tech (Estados Unidos) explicó que efectivamente un terremoto puede provocar otro. Pueden darse muchos ejemplos reales que, como pasó en Roma, esperaban un seísmo y se dio en un lugar totalmente opuesto a esta ciudad; en un mes de septiembre el terremoto Darfield alivió su mayor tensión en un área que se transfirió a otra y en el mes de febrero causó, finalmente, el terremoto de Christchurch.

Hay que añadir, que todos estos seísmos que sufren el efecto dominó, ocurren en fallas relativamente cercanas, a una distancia de decenas de kilómetros. No hay ninguna prueba científica de que este mismo fenómeno se produzca en distancias más grandes, como de Japón a España o de Haití a Nueva Zelanda. Los estudios que se han hecho hasta ahora sobre esta hipótesis se han hecho para terremotos de gran magnitud (en torno a 8 u 8,5 en la Escala de Ritcher), no para menores. Aunque 5.1 lo consideremos importante no lo es suficiente desde un punto de vista global, no tendría ningún sentido en estos casos.

Podemos explicar este efecto dominó diciendo este claro ejemplo: Si intentas meterte en un vagón de metro totalmente lleno, empujar y finalmente entras, pero ese empujón desplaza a otra persona que, a su vez, ejerce fuerza sobre otra y etc, la fuerza se va liberando y cargando de un individuo a otro. No obstante, ese efecto tiene un límite de espacio, no se extiende a largas distancias. Esto les pasa a los seísmos, van liberando energía dejándola en manos de otro y ese lo pasa a otro y así hasta que finalmente se libera y produce el gran terremoto.

En España, pese a que estos seísmos tienen el peor de los desenlaces por su gran energía acumulada, no tenemos un sentido del peligro que nos haga tomar medidas. No tenemos conciencia de lo que es el peligro sísmico porque no se suelen producir grandes catástrofes, como el terremoto en Murcia, que ya ni se recuerda. Para que no se repitan el número de víctimas, lo principal es ponerse a salvo de objetos potencialmente peligrosos (estanterías, postes...). Y si no puede o no posee tiempo para salir del edificio, entonces debe refugiarse bajo el mobiliario(mesas, escritorios...). No se debe utilizar ningún tipo de llama ni utilizar el teléfono durante o inmediatamente después del temblor. Y si te encuentras en el interior de un coche es mejor pararlo y permanecer dentro del mismo.

Como Rima Taher dice: ''lo mejor que podemos hacer es mejorar nuestros métodos de construcción. El error estructural es generalmente un tipo progresivo de fracaso''.

Fuente: LA RAZÓN

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