LOS TERREMOTOS CAMBIAN LAS PROPIEDADES ELÁSTICAS DE LA CORTEZA TERRESTRE.

Los terremotos que ocurren en una parte del mundo, desencadenan también otros a miles de kilómetros de distancia. Ahora, en una nueva investigación, se ha descubierto que esos terremotos que se provocan como consecuencia de uno principal, son sólo una señal externa de cambios mucho más extensos que tienen lugar internamente, por debajo de la superficie terrestre.



Los terremotos ocurren cuando la tensión se acumula en una falla tectónica. Esta tensión causa que las dos superficies de la falla, que previamente se han quedado atascadas debido a la fricción, se muevan o se deslicen de pronto, liberando energía en forma de ondas sísmicas.

Los terremotos pueden cambiar las propiedades elásticas de la corteza terrestre en regiones situadas a miles de kilómetros de distancia. Ésto altera su capacidad de soportar tensiones estructurales durante un periodo de hasta varias semanas.

Muchas investigaciones demuestran que la Tierra es geológicamente un sistema más dinámico e interconectado de lo que parece, en el que un gran terremoto puede crear una secuencia de sucesos en cascada a miles de kilómetros de distancia.

 Estas ondas se manifiestan con las vibraciones que causan en la superficie la sacudida, esto es lo que nosotros medimos y lo que tantos destrozos causa durante los terremotos, pero también se manifiestan con ondas capaces de viajar miles de kilómetros bajo el suelo.

Cuando una de estas ondas subterráneas de un terremoto pasa de alguna forma junto a otra región de fallas, cambia el equilibrio entre las propiedades de fricción que mantienen a las superficies enganchadas, la elasticidad que permite a la corteza soportar la tensión. Ésto crea un estado de tensión que puede provocar un súbito desplazamiento y con él un nuevo terremoto.

Dicho terremoto puede causar a su vez otros terremotos y así sucesivamente. Para demostrar estas teorías, se investigó el terremoto de 2012 en el Océano Índico, que sacudió el norte de Sumatra. Este terremoto de intensidad 8.6, fue seguido por dos terremotos consecutivos en Japón, con una intensidad mayor de 5.5.

 Fuente: Noticias de Ciencia

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