
¿Cómo lo
consiguieron?
-La principal causa de la extinción fue la gran cantidad de
calor liberado por el impacto del meteorito, y estos eran mejores a la hora de
escapar del calor.
Para muchos expertos, las madrigueras subterráneas y los
entornos acuáticos donde los primeros mamíferos se ocultaban de los dinosaurios
consiguieron también protegerles del breve, pero drástico, aumento de las
temperaturas. Algo que sus enormes vecinos, igual que la gran mayoría de las
criaturas de la superficie, no pudieron hacer. Un gran número de ellos, en
efecto, murió quemado sin remedio en las primeras horas que siguieron a la
caída del meteorito.
-Tras varios días de un calor extraordinario, la temperatura
superficial de la Tierra descendió hasta niveles compatibles con la vida, y los
pequeños mamíferos pudieron empezar a salir de sus madrigueras, para
encontrarse con un mundo devastado y completamente distinto del que habían
conocido hasta entonces. Devastado, sí, pero del que aún era posible obtener
alimento, siempre que se tuviera una dieta adecuada.
Aunque algunos de los grandes dinosaurios herbívoros hubiera
sobrevivido a la destrucción inicial, se hubieran encontrado sin alimento ya
que la mayor parte de la vegetación superficial también quedó destruida. Y a
medida que los herbívoros supervivientes fueron desapareciendo, también lo hizo
el principal sustento de los grandes carnívoros que se alimentaban de ellos, lo
cual los que hubieran conseguido sobrevivir también hubiesen desaparecido.
Los mamíferos, por el contrario, podían comer insectos y
plantas acuáticas, que seguían siendo relativamente abundantes tras el impacto
del meteorito. Así que, a medida que los dinosaurios supervivientes fueron a su
vez desapareciendo, los mamíferos empezaron a florecer. Lo mismo sucedió con
los representantes de otras clases de animales (como por ejemplo los
cocodrilos), pero fueron precisamente los mamíferos los mayores beneficiarios
de la nueva situación.
De hecho, fue entonces cuando empezaron un proceso de
diversificación que les ha llevado a poblar prácticamente todos los rincones
del planeta con una infinidad de especies, entre ellas la nuestra. Resulta
irónico, pero es más que probable que sin la caída de ese meteorito devastador,
nunca se habrían dado las condiciones para el surgimiento de nuestra propia
especie.
Fuente de información: ABC.es
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