El mes pasado se descubrió que Volkswagen había instalado un software en algunos de sus autos para que los motores diésel pareciesen más limpios cuando se los sometía a un examen en un laboratorio de prueba. Esto quiere decir que los vehículos emiten entre 10 y 40 veces más contaminantes en condiciones reales que cuando se los puso a prueba.
Uno de los autos elegidos fue un Volkswagen de un motor de dos litros porque es el auto en el corazón del escándalo y un Ford Focus de un motor 1,5 litros, pero esto no quiere decir que estos autos estén haciendo trampa. La prueba recrea la forma en que la gente realmente conduce en la ciudad. Es decir, a baja velocidad y con mucho tráfico, y en algunos momentos a mayor velocidad.
En Europa, los motores deben cumplir con las regulaciones sobre emisiones basadas en el momento en que los autos fueron fabricados. El VW Passat que se probó era un modelo un poco más viejo, por esto tenía que cumplir requisitos menos estrictos (Euro 5). El Ford Focus era más nuevo; por eso debía cumplir con estándares (Euro 6).
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