LOS RESIDUOS DE LAS CURTIDURIAS CONVERTIDOS EN BIOCOMBUSTIBLE.

Científicos de la Universidad checa Tomas Bata han desarrollado un proceso que convierte los residuos altamente tóxicos de las curtidurías en un biocombustible más limpio y barato que los disponibles hoy en día en el mercado. El equipo estaba buscando una alternativa más barata a los aceites vegetales y a las grasas que se utilizan actualmente para producir biocombustible. Y fue en una curtiduría donde encontraron la respuesta. Allí, la grasa sobrante de la producción del cuero se encuentra en abundancia. Una grasa, aseguran los científicos, que contiene todos los ingredientes necesarios para obtener biodiesel. “El principio es quitar la glicerina de la grasa y remplazar esa glicerina con alcohol metílico simple. Después separamos la glicerina del diesel y, en nuestro caso, también separamos la proteína que contiene la grasa con la que trabajamos para su uso posterior”, explica el Karel Kolomaznik, uno de los responsables del proyecto.


Los subproductos de curtiduría contienen sustancias tóxicas así como grasas que son difíciles de eliminar sin dañar el medio ambiente. Utilizando la grasa sobrante de la producción del cuero, estos científicos aseguran que también ayudan a resolver un problema ecológico. “Estamos resolviendo un grave problema ecológico al procesar la grasa sobrante. Es muy peligroso quemarla porque las dioxinas y los óxidos de nitrógeno resultantes son altamente contaminantes para el medio ambiente”, asegura Kolomaznik. Además de ser un proceso respetuoso del medio ambiente, convertir esta grasa en combustible podría ser una gran ayuda económica para los fabricantes de cuero. Gracias a su transformación en biocombustible, esta grasa se puede convertir ahora en una mercancía.

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