CONTAMINACION ESPACIAL

   Aunque la basura espacial no representa un peligro para nuestro planeta, sí lo es para aquellos seres humanos que viajan al espacio exterior y para los artefactos y naves que llevamos ahí arriba. A medida que pasa el tiempo, ese riesgo va en aumento de forma exponencial. La basura o chatarra espacial son los desechos de todas las misiones espaciales que han salido de la Tierra hacia otros planetas y también aquellos restos de satélites de experimentos o de explosiones que permanecen en órbita alrededor de la Tierra. La basura espacial contiene de todo: tuercas, tornillos, 70.000 gotas radiactivas procedentes de combustible nuclear de misiones soviéticas, el guante del astronauta Edward White, perdido en 1965, viajando a una velocidad de 28.000 km/h... Si el guante llegara a impactar con la escafandra de un astronauta, la haría polvo. Eso sí que es un verdadero guantazo.



   El satélite Vanguard I, lanzado por Estados Unidos en 1958 y operativo hasta 1964 lleva medio siglo sin control y lo convierte en el objeto artificial inactivo más antiguo alrededor de nuestro planeta. Seguirá dando vueltas durante al menos 200 años.

  Se han destruido satélites mediante impacto de misiles como ocurrió el 11 de enero de 2007, cuando el ejército de China lanzó uno de ellos al satélite meteorológico Fengyun-1C. Desperdigó por el espacio 150.000 fragmentos de chatarra de más de un centímetro, de los cuales unos 3.000 de ellos tenían más 6 cm. Este suceso es el que más basura espacial ha generado.
Cuánta basura espacial hay

Se ha calculado que orbitan nuestro planeta más de 700.000 objetos de entre 1 y 10 cm de diámetro (algunos científicos hablan de muchos millones), que podrían ser de poca importancia debido a su escaso tamaño, pero el problema no es el tamaño si no la velocidad a la que se desplazan y que es de decenas de miles de km/h. La Estación Espacial Internacional (ISS) evoluciona en su órbita a 27.743 km/h. Un pequeño cuerpo de entre 1 y 10 cm, podría ocasionar daños gravísimos a cualquier nave espacial.

   Más de 20.000 objetos con un tamaño mayor a 10 cm flotan alrededor de la Tierra. La ISS, que es la mayor nave construida por el hombre, tan grande como un campo de fútbol , quedaría completamente destruida al toparse con desechos superiores a los 10 cm. La energía que se liberaría sería enorme, y el desastre, total.

El efecto Kessler

La basura espacial cuesta a los operadores europeos unos 200 millones de euros al año, por daños en los satélites o por los desvíos que estas naves deben hacer para no encontrarse con estos escombros. Ello conlleva un gasto de combustible adicional y la vida útil de los mismos disminuye al agotarse antes el combustible y no poder hacer las maniobras correctas para estabilizarse en una determinada órbita.
 Cómo limpiar 
No se conoce en la actualidad ningún método eficaz y económico para poder limpiar la basura espacial. Aquellos desechos que están más bajos de 500 km de altura podrían deshacerse en su entrada a la atmósfera cuando estos rozaran con las capas más altas. Pero una limpieza natural de este tipo de las órbitas contaminadas más bajas podría llevar cientos de años.
Otra posibilidad es detectar la basura con radares y enviar una nave, tipo camión basura, para recogerla, pero el coste sería enorme.