El satélite Vanguard I, lanzado por Estados Unidos en 1958 y operativo hasta 1964 lleva medio siglo sin control y lo convierte en el objeto artificial inactivo más antiguo alrededor de nuestro planeta. Seguirá dando vueltas durante al menos 200 años.
Se han destruido satélites mediante impacto de misiles como
ocurrió el 11 de enero de 2007, cuando el ejército de China lanzó uno
de ellos al satélite meteorológico Fengyun-1C.
Desperdigó por el espacio 150.000 fragmentos de chatarra de más de un
centímetro, de los cuales unos 3.000 de ellos tenían más 6 cm. Este
suceso es el que más basura espacial ha generado.
Cuánta basura espacial hay
Se ha calculado que orbitan nuestro planeta más de 700.000 objetos de entre 1 y 10 cm de diámetro
(algunos científicos hablan de muchos millones), que podrían ser de
poca importancia debido a su escaso tamaño, pero el problema no es el
tamaño si no la velocidad a la que se desplazan y que es de decenas de
miles de km/h. La Estación Espacial Internacional (ISS) evoluciona en su
órbita a 27.743 km/h. Un pequeño cuerpo de entre 1 y 10 cm, podría
ocasionar daños gravísimos a cualquier nave espacial.
Más de 20.000 objetos con un tamaño mayor a 10 cm flotan alrededor de la Tierra.
La ISS, que es la mayor nave construida por el hombre, tan grande como
un campo de fútbol , quedaría completamente destruida al
toparse con desechos superiores a los 10 cm. La energía que se liberaría
sería enorme, y el desastre, total.
El efecto Kessler
La basura espacial cuesta a los operadores europeos unos
200 millones de euros al año, por daños en los satélites o por los
desvíos que estas naves deben hacer para no encontrarse con estos
escombros. Ello conlleva un gasto de combustible adicional y la vida
útil de los mismos disminuye al agotarse antes el combustible y no poder
hacer las maniobras correctas para estabilizarse en una determinada
órbita.
Cómo limpiar
No se conoce en la actualidad ningún método eficaz y
económico para poder limpiar la basura espacial. Aquellos desechos que
están más bajos de 500 km de altura podrían deshacerse en su entrada a
la atmósfera cuando estos rozaran con las capas más altas. Pero una
limpieza natural de este tipo de las órbitas contaminadas más bajas
podría llevar cientos de años.
Otra posibilidad es detectar la basura con radares y enviar
una nave, tipo camión basura, para recogerla, pero el coste sería
enorme.