LA EXTINCIÓN DE NUESTRA ESPECIE ESTUVO CERCA

Hace unas siete décadas, las guerras entre clanes estaban en apogeo. La agricultura y la ganadería no les permitía ser totalmente nómadas, con lo que empezaron a agruparse en grupos más complejos, cuya membresía pertenecía a varones que entre sí eran parientes.

Si un clan vencía a su vecino, las mujeres del clan perdedor se podían ir con los hombres que habían ganado, pero los hombres del clan perdedor eran aniquilados. Un buen número de linajes masculinos fueron eliminados, y con estos, sus cromosomas Y únicos.

Esto producía que todos los varones de un mismo clan compartían el mismo cromosoma Y. Desde el punto de vista de los cromosomas, quería decir que todos los del clan tenían el mismo padre. Esta catástrofe se denomina cuello de botella postneolítico del cromosoma Y.


Este cuello de botella redujo considerablemente la diversidad del cromosoma Y, aumentando las posibilidades de que los descendientes fueran enfermizos, aunque no fue el primer cuello de botella que sufrió el homo sapiens.

El más famoso fue hace unos 70.000 años, cuando el gran volcán Toba, localizado en Sumatra, produjo una inmensa nube de ceniza que cubrió todo el  globo, produciendo que los rayos de sol no pudieran pasar esa densa capa durante unos 6 largos años, produciendo un largo invierno.

Esta erupción produjo la escasez de alimentos, que estuvo apunto de condenar a los homo sapiens a la extinción. Según algunos cálculos realizados por investigadores sólo sobrevivieron 1000 parejas de donde desciende toda la humanidad.

El homo sapiens ha evolucionado lo suficiente para tapar esa falta de diversidad de cromosomas Y, aumentando la población de varones e igualándola con la de las mujeres.

Fuente: ABC.

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