SECUENCIAN EL GENOMA DEL TÉ

El té es una de las bebidas más famosas del mundo, sobre todo en Asia. Por eso no es extraño que el genoma de la planta que hace de principal ingrediente para una bebida que surgió en China hace 4000 años haya sido secuenciado por un grupo de botánicos chinos.

El té es tan consumido que sólo es sobrepasado por el agua. ¿Se deberá esta popularidad a su genoma? Esta es una de las preguntas que se planteaba el  Instituto de Botánica de Kunming (China). Para resolverla llevaron a cabo esta investigación.

El té es una bebida que se prepara con las hojas de una planta llamada Camellia sinensis. De esta planta proceden todas las variedades de té ( blanco, negro, oolong, amarillo, verde...). Podemos ver esta planta en la siguiente foto.

Los resultados de esta investigación, que ha durado 5 años, brindan información sobre el aroma de la planta y sobre todo nos permite conocer el genoma completo de esta curiosa especie.

Un genoma es el conjunto de secuencias de ADN que caracterizan a un individuo. En este caso, la Camellia sinensis contiene 35000 genes y supera con creces el tamaño del genoma de otras plantas, por ejemplo cuadruplica a el café y también a otros tipos de plantas como la patata.

Este tipo de estudios nos permite conocer las diferentes maneras de evitar plagas en las plantaciones de té, al igual que nos permite solucionar con mayor efectividad las enfermedades de la planta y también ayudará al té a ganar su lucha con el cambio climático.

Este estudio nos revela que el origen del característico sabor del té, se debe a un grupo de antioxidantes llamados flavonoides esta sustancia es la que le permite a la planta adaptarse y sobrevivir en sus climas. Entre los tipos de flavonoides destaca catequina. Los valores de los flavonoides varían de una planta a otra al igual que los de cafeína o teína. También se revela que estas plantas contienen copias de genes que permiten la producción de estas sustancias.

¿Por qué ha sido tan difícil secuenciar este genoma? No ha sido simplemente por la extensión del genoma sino que está plagado de zonas donde se repite. Esto se debe a la gran cantidad de "genes saltarines"  o transposones (ocupan un 67% del genoma). Esto lo han solucionado rompiendo el genoma en muchos pedazos y de maneras distintas de modo que se solapan, después de esto ya se pueden leer y por último se ensamblan gracias a estos solapamientos.

La primera vez que se secuenció un genoma de planta fue hace 15 años desde entonces se han secuenciado más de 50 plantas, suelen ser las que consumimos los humanos. Pero todavía quedan miles de plantas por secuenciar y muchas investigaciones se están llevando a cabo para descubrir más sobre ellas. Todavía queda un largo camino para conocer a la perfección toda la genética de las plantas, pero el té ha sido un gran avance.

Fuentes: Periodista Digital, La Vanguardia, Ecodiario y El País .

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