HERENCIA FAMILIAR EN EL CÁNCER GINECOLÓGICO

Un gran avance en la forma de encarar el cáncer ginecológico es la identificación de los factores hereditarios asociados a padecer cáncer ginecológico y los estudios genéticos que ayudan a establecer dicho riesgo.

Mientras que el 70% de los cánceres de mama se desarrollan debido a mutaciones genéticas esporádicas, entre el 15-20% presentan agregación familiar, y sólo entre el 5-10% de los casos demuestran componente hereditario, mientras que en el cáncer de ovario, entre el 10-15% de los cánceres son debidos a factores hereditarios.

“La identificación de determinados genes afecta […] a la posibilidad de respuesta terapéutica y puede tener un impacto significativo en el plan de tratamiento” señala Javier de Santiago García, jefe de ginecología oncológica del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

Tener un familiar de primer grado afectado, aumenta el 15% el riesgo de sufrir cáncer de mama. Aunque la existencia de una historia familiar de cáncer de mama no implica necesariamente la presencia de una mutación genética hereditaria.

“La historia familiar de cáncer de mama es un factor de riesgo” para desarrollar este tumor, explican María Eulalia Fernández Montolí y Jordi Ponce, del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario de Bellvitge de Barcelona.

La aparición de cánceres en el seno de una familia no siempre se asocia a la presencia de una mutación de riesgo, la agregación familiar puede ser debida a factores ambientales: tabaco, obesidad...

Es decir, no toda agregación familiar de casos de cáncer equivale a un síndrome de predisposición hereditaria, precisa Arantza Lekuona, jefa de Ginecología del Hospital Universitario Donostia.

Las mutaciones que se observan con más frecuencia aparecen sobre el gen de susceptibilidad al cáncer de mama 1, llamado BRCA 1 o en el gen de susceptibilidad al cáncer de mama 2, conocido cómo BRCA 2.

El Síndrome de Cáncer de Mama y Ovario Hereditario, el CMOH, es la causa más frecuente de cáncer hereditario en estos tipos de tumores.

El CMOH, en muchos casos, se asocia a mutaciones hereditarias de los genes BRCA1 y BRCA2, que presentan una herencia autosómica dominante de alta penetrancia y que es caracterizado por debutar en edades tempranas o por presentar cáncer de mama bilateral e incluso pudiendo afectar a varones.

Existen una serie de criterios clínicos de susceptibilidad genética, que permiten sospechar una predisposición hereditaria al cáncer de mama y ovario:

Si hay mutación de los genes BRCA 1 y 2, el riesgo de cáncer de mama es de entre el 52-84% a los 70 años (57% para BRCA1 y 49% para BRCA2) y el de cáncer de ovario, a la misma edad, es de entre el 11-50% (para portadoras de mutación BRCA1 del 40% y de BRCA2 del 18%).

Los cánceres de mama asociados al gen BRCA1 suelen presentar un fenotipo basal triple negativo y por lo tanto, un riesgo aumentado de cáncer de mama contra lateral de entre el 15-30% a los 10 años.

Mientras que en el caso del cáncer de ovario, los tumores más prevalentes son adenocarcinomas serosos de alto grado, con infiltrado intraepitelial, atipia linfocítica y mitosis. Son asociados a mutación somática de los genes BRCA1 o BRCA2 entre el 3 y 6% de los casos de cáncer de ovario serosos de alto grado.

Muchos otros tumores son asociados a la mutación BRCA, entre los que se incluyen: cánceres de la trompa de Falopio, de páncreas, de próstata, colorrectal, de estómago, de vías biliares, melanoma uveal y cutáneo y carcinoma peritoneal primario.

Las características que hacen sospechar al profesional médico de un cáncer hereditario son:
  • Edad de aparición más temprana a la general.
  • Alta incidencia de cáncer en la familia.
  • Presencia del mismo tipo de cáncer en los miembros de una familia.
  • Bilateralidad del tumor.
  • Multifocalidad de cánceres primarios.
  • Asociación con defectos del desarrollo: asociación de tumores con sobrecrecimiento corporal, dismorfias, malformaciones congénitas, retraso mental...
Es aconsejable remesar a los pacientes y familiares susceptibles de heredar un gen dado a desarrollar cáncer a unidades especializadas en consejo genético para evaluar el riesgo y establecer un diagnóstico de sospecha a través de la realización de una historia clínica exhaustiva, personal y familiar, y la aplicación de modelos matemáticos de estimación.

El asesoramiento genético “es clave para determinar el riesgo de sufrir cáncer hereditario antes de que aparezca mediante medidas preventivas consensuadas entre médico y paciente”, puntualiza el doctor Luis Izquierdo de la Unidad de Consejo Genético del Hospital de La Zarzuela en Madrid.

Si se cumplen los criterios para la realización de test genéticos específicos que confirmen la mutación en línea germinal se establecer un programa de detección precoz específico sobre los tumores susceptibles de riesgo incrementado o medidas preventivas más agresivas sobre los órganos diana.

Por lo tanto, en el caso de que se identifique una alteración genética patogénica, se pueden proponer medidas de seguimiento clínico específicas y profilácticas, que incluyen quimio-profilaxis e incluso cirugía. Además, es recomendable ofrecer la posibilidad de realizar el estudio genético a todos los miembros de dicha familia.

El doctor Izquierdo precisa que, “por cuestiones obvias de ética, solamente se considera adecuado realizar un estudio genético en líneas germinales sobre pacientes de alto riesgo y no en la población general”.

Fuentes: Efesalud.

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